Los museos oficiales tienen un no sé qué de galerías enciclopédicas que muchas veces hacen previsibles los encuentros cara a cara con sus fondos. Yo prefiero las colecciones hechas a capricho por los nuevos ricos de los últimos cien o doscientos años atrás, cuando coleccionar antigüedades y objetos dispares de naturaleza científica eran moda.
Brighton es una localidad costera del sureste de Gran Bretaña bendecida por un clima templado que es todo un regalo para los tiempos que corren en las Islas Británicas. Buen tiempo que la burguesía victoriana supo apreciar, tanto como para convertirla en destino de fin de semana y vacacional.
Stonehenge es un monumento prehistórico británico con fama mundial que se levanta a unos tres kilómetros de Wiltshire, cerca de Salisbury. Se trata de un anillo de grandes bloques de piedra hincados en el suelo en un entorno en el que el terreno parece haberse removido con profusión y en el que han encontrado cientos de tumbas.
El paisaje de la ciudad británica de Bath es una sucesión de colinas en el valle del río Avon que le dan a la población una peculiar orografía. Bath, a 159 kilómetros al oeste de Londres, es famosa por sus baños romanos, pero si te voy a ser sincero, las termas romanas son la visita estrella para los que vienen de fuera. En una lista de lugares atractivos, los ciudadanos de Bath aprecian más sus parques y sus jardines públicos, que ven como una especie de campiñas urbanas acomodados entre los siglos XVIII y XIX y XX sobre la irregular orografía urbana.
Ladispoli fue un lugar residencial en la costa del norte de Roma para las familias romanas de la antigüedad, la jetset de la época de Julio César. Hoy se la aprecia por los vestigios de aquel tiempo y por algo curioso, por las arenas negras de su playa, que la siguen poniendo en el mapa para las escapadas de verano más familiares en la Ciudad Eterna.
Vetheuil es un pequeño pueblo del norte de París, no muy lejos de Chantilly. El lugar y sus rincones sirvieron de inspiración a Claude Monet, uno de los pintores más grandes del siglo XIX. Monet buscó paisajes, luz y colores, entre las praderas y los márgenes del Sena. La casa en la que vivió sus ensoñaciones impresionistas entre 1878 y 1881 está en el pueblo y hay quien acude a verla por curiosidad o devoción intelectual. Sin embargo, la casa de alquiler de Monet no está habilitada como museo.
Pietralunga es un pueblo de la Umbría italiana típico de las zonas montañosas de los Montes Apeninos que son frontera entre las vertientes del Tirreno y del Adriático. Su posición en lo alto de una colina frondosa, sus accesos complicados por carretera y su cercanía al Valle del Tíber y Roma, la convirtieron durante la Segunda Guerra Mundial en un lugar clave de la resistencia partisana. En la historiografía italiana el lugar se estudia como la Zona Libre de Pietralunga, un bastión de resistencia efímero que los italianos recuerdan como un hito de su libertad.
Barbizón es un pequeño pueblo ubicado a menos de cinco kilómetros del centro de Fontainebleau y a 60 kilómetros de París que tiene el grandísimo honor de haber pasado a la historia como escenario natural de los pintores en su día alternativos de la pintura impresionista.
El Árbol de Diana es una maravilla natural, un coloso de la naturaleza, que crece en un parque al oeste de París, en la distrito de Yvelines y a dos pasos de Versalles y sus palacios. Se trata de un sicomoro plantado por una de las cortesanas favoritas del rey francés Enrique II, Diana de Poitiers. De ahí su nombre.
La ciudad de Perugia se convirtió en un pequeño imperio regional en la Edad Media. En los tiempos de las ciudades estado italianas. Sin embargo, para sobrevivir Perugia y sus homólogas tuvieron que valerse de los recursos de sus hinterlands, de los pueblos de su región. Perugia, por ejemplo, encontró especializaciones artesanas y provisiones entre los de sus inmediaciones.
Si alguna vez te has preguntado cómo hacían los grandes patricios romanos de la antigüedad para vivir en auténticos paraísos en la Tierra, tal vez puedas encontrar algunas respuestas en un viejo palacio de aquel tiempo cuyos restos están repartidos en lo alto del Monte Tiberio (334 metros), en la isla italiana de Capri.
Paciano es un hermoso micropueblo de la Umbría de Italia asido a una colina, alrededor de la cual se arremolinan un millar de vecinos ajenos a la importancia devocional del lugar que pisan. En tiempos antiguos, en época romana, el alto de la colina de Petrarvella en el que se encuentra Paciano fue el asentamiento sagrado de un templo dedicado al dios Jano.