Ámstedam es una ciudad para descubrir en plan minimalista. Los detalles son lo mejor de su oferta para sorprender al viajero atento, curioso y sí, detallista. Para muestra, un botón. Éstos son diez lugares de Ámsterdam que te dejarán huella. Para empezar, vámonos de museos.
La Muralla Aureliana es un muro defensivo que se construyó en Roma en el siglo III con el que proteger a la ciudad de los ataques de las tribus bárbaras. La Muralla Aureliana rodeaba a las siete colinas de la ciudad y en su trazado se encuentra integrada una serie de construcciones históricas.
El Arc du Carrusel es el más pequeño de los tres arcos de la Vía del Triunfo parisina, el eje central entre el Louvre y La Défense. El arco está coronado con un carro de bronce. Y, te lo digo, tienes que descubrirlo. Es, si me lo permites, un homenaje a la mayor gloria de Napoleón… sobre tres patas.
Horse Guards es el nombre que recibe un histórico edificio de la ciudad de Westminster en Londres. Se trata de un cuartel militar y de unas caballerizas donde duermen hombres y caballos que forman la guardia real a caballo de la Monarquía Británica. Los que participan en esas revistas que seguro que recuerdas. Horse Guards acoge -y éso es lo más interesante- el Museo de la Caballería Real.