¿Qué tienen en común un caballo de bronce, un almacén de tabaco, vinos y licores, un faro sin mar a sus pies y una fábrica de ladrillos. La respuesta es Londres. Se trata de cuatro vestigios del Londres industrial y del tiempo del reinado de la reina Victoria que sobreviven fuera de contexto en una ciudad que se ha decidido a recuperarlos como elementos originales de su patrimonio. ¿Los vemos?:

– Jacob The Dray Horse en The Circle. Los caballos de tiro fueron la base del transporte de mercancías en la época victoriana y aún más atrás en el tiempo. Con ellos, se hizo más fácil y más eficiente el transporte de mercancías entre los muelles del Támesis, los mercados populares, los almacenes y los comercios que vendían al por menor. Un monumento de bronce a tamaño natural recuerda en Horselydown Lane cerca de la Torre de Londres el gran servicios que prestaron estos animales para el transporte de cerveza de la fábrica del lugar con destino a las tabernas y pubs de Londres.

– Tobacco Dock. En 1811, un empresario de Londres, Daniel Alexander, construyó un almacén para guardar tabaco, vinos y licores en los Docklands, los Muelles de Londres, cuyo espacio aún se mantiene en pie en su sitio, a pesar del lavado de cara efectuado en el conjunto en la década de 1980 y con el que el lugar se convirtió en un centro comercial. Y todo, cuando el proyecto acabó siendo un fiasco. Detrás del centro comercial se pueden ver las réplicas de dos barcos mercantes que se dedicaron al transporte de mercancías entre ultramar y las Islas Británicas.

– King Cross Lighthouse. A más de 60 kilómetros de la costa más cercana, se levanta un curioso faro en el centro de Londres. Frente a la Estación de King Cross.

Leyendas urbanas

Hay todo tipo de leyendas urbanas sobre este faro. Hay quien asegura que sólo es una atracción de feria de la época victoriana; otros creen que no es más que un reclamo de un restaurante con fama en la zona, el Oyster; e incluso hay quien asegura que su construcción se debe a la excentricidad de un marinero retirado. Sin embargo, el conjunto es ahora un edificio protegido.

– El horno de Nottinghill. En North Kensington aún se puede ver el último horno para fabricar ladrillos que queda en Londres. La industria se levantó en 1818 y se hizo en el lugar en el que se encuentra hoy porque estaba alejado de todas otras construcciones. Sus instalaciones hace tiempo que dejaron de fabricar ladrillos. Muchos de los trabajadores de esta fábrica eran irlandeses que se ofertaban como operarios para trabajos de albañilería y en el sector de la construcción que proliferó en el Londres victoriano.

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Tobacco Dock.
Tobacco Dock.
Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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