El genial pintor Vincent van Gogh ha dejado un rastro de iconos creados con los motivos y paisajes de su pintura ¿Quién no ha visto el poder de sus estrellas refulgentes sobre fondos azules de su interpretación de una noche de verano o sus girasoles amarillos como soles en aquel bien plantado florero?

Van Gogh pintó compulsivamente en los lugares en los que vivió sólo o en compañía de otros pintores llamados a la fama de su tiempo. Uno de esos lugares retratados por el holandés fue Auvers-sur-Oise, una localidad del Departamento del Valle del Oise en la Île-de-France. A poca distancia de París.

Van Gogh residió en Auvers-sur-Oise durante una corta temporada como lo hicieron en su momento Cézanne, Corot, Pisarro o Daubigny. Sesenta cuadros dejó terminado Van Gogh en el lugar, en la última etapa de su vida, cuando su pintura ya había adquirido toda la simbología y la fuerza que le reconocemos.

Yo me quedo con Van Gogh. Acercarse a Auvers-sur-Oise para ver el recuerdo que reserva el pueblo de aquellos impresionistas en uno de sus museos es lo típico. Yo prefiero ir a ver los temas retratados y observar cómo se las ingenió mi pintor en cada lugar en el que plantó su caballete. Un ejercicio de descubrimiento de la pintura del natural. Desde luego que sí.

En Auvers-sur-Oise te invito a que veas la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la gris y azul que pintó Van Gogh, y la Posada Ravoux donde vivió, durmió, soñó e imaginó toda su pintura mientras estuvo en el lugar.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción fue levantada entre los siglos XII y XIII, por tanto es románica. El coro y el crucero son las partes más antiguas del edificio, la nave fue construida en 1220. Hay que ver con detalle los capiteles historiados de la nave central. A principios del siglo XIX, el pequeño templo amenazaba ruina y, por esa razón, se le fueron añadiendo detalles que no corresponden con su antigüedad, como la sacristía (1850) o el rosetón gótico flamígero (1876).

No hay que dejar de ver las lápidas del suelo de la iglesia, que se sacaron del cementerio que estaba al lado. La torre tiene tres campanas, cada una con su nombre: Marie-Louise, Adolphine Caroline y Constanza Eugenie, la primera de 1733 y las otra dos de 1891.

Para ver el famoso encuadre del cuadro de Van Gogh hay que ir a la parte de atrás del pequeño templo. En el cuadro, la iglesia se alza sobre una colina ligeramente elevada. El cielo es de un color azul profundo, que se refleja en las grandes cristaleras de la iglesia. La parte superior del cuadro aparece iluminada por el sol, pero la iglesia se deja ver cubierta por su propia sombra. Lo curioso es que no tiene luz propia, ni refleja la de alrededor. Sin duda, una visión mortecina.

Alrededor de la iglesia se distinguen hierba verde y unos caminos, bañados de luz, en direcciones diferentes. El tema de los caminos divergentes también aparece en el cuadro ‘Campo de trigo con cuervos’. En uno de ellos, una campesina camina hacia la iglesia. En los laterales del cuadro pueden distinguirse también las casas del pueblo y algunos árboles. Los colores son fuertes y las pinceladas se aplican con mucho vigor.

Por lo que se refiere a la Posada Ravoux, su fachada fue pintada por Van Gogh para convertirla, como digo, también en un icono. A ella llegó el pintor en mayo de 1890 para alquilar una habitación del ático. Habitación y una comida diaria por 3,50 francos. La iluminación apenas llegaba por una claraboya y en ese lugar se recuperó del disparo que él mismo se había propinado. En la Posada Ravoux, Van Gogh permaneció sus últimas nueve semanas de vida.

El lugar se mantuvo como café durante muchos años, luego fue decayendo y abandonándose el inmueble hasta que fue recuperado como restaurante en la actualidad. Merece la pena comer en el lugar en tanto que la dirección ha intentado recuperar algo de la atmósfera de aquella posada.

Un último dato, el encuentro con Auvers-sur-Oise y con una parte del legado visual de Van Gogh se puede cerrar con una visita al cementerio local, donde descansan, sí, Vincent van Gogh y su hermano Teo, su gran protector.

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Atrévete a mirar como Van Gogh en Auvers-sur-Oise.

La Posada Ravoux.
La Posada Ravoux.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/fr/paris.es.html
Hostales: http://www.quehostales.com/hostales/francia/paris/hostales-en-paris.html‎
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Paris: http://www.guias.travel/ver-tours/?Paris/d479-ttd
Guía de París: http://www.viajaraparis.com

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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