La Costa Brava de Girona es una larga extensión de ribera de mar rocosa, y que, de trecho en trecho, se deja ver surcada por ramblas y barrancos en cuyos tramos finales se abren playas cortas de arena o gravilla muchas de las cuales no pasan de la categoría de calas.

Unas están muy masificadas en verano, como tierra de chiringuitos, sobre todo las que están al cabo de grandes ofertas hoteleras en poblaciones igualmente importantes, como LLoret de Mar, Sant Feliú de Gíxols, Palamós o Platja d’Aro.

Sin embargo, hay toda una serie de calas con mucho encanto que merece la pena descubrir, por sus aguas, por la combinación que hacen la playa, sus accesos y el bosque mediterráneo local que los convierten en espacios idílicos.

Yo tengo mis preferencias que suman media docena, no más, incluso para acudir a ellas y admirarlas en los meses alejados del verano, cómo no, para pasearse con tiempo.

Sí, lo sé, reducir los 214 kilómetros de Costa Brava y 64 playas, calas y calitas que suelen recoger las guías generalistas a media media docena, o sea, tres preferidas es mucho pretender, lo reconozco. Pero son mis cotos de verano que he podido disfrutar a saltos cuando he podido y que he descubierto poco a poco con gran satisfacción.

Si no corres mucho la voz, te hago una relación de ellas, de mi media media docena de  playitas, de mis calas superlativas de la Costa Brava.

Cala Aigua Blava. Empiezo por el norte y con la Cala Aigua Blava de Begur. No pasa mucho de los setenta metros de larga y de los veinticinco de ancha. Tiene una buena cantidad de arena muy bien acondicionada y rocas para buscar algo más de privacidad en marea baja y con bien estado de la mar en la barrera de pinos que cae sobre rocas en el extremo sur. Un embarcadero de cemento en ese lado mejora las opciones para encontrar sombra.

Cala d’Aigua Xelida. En la costa de Palafrugell, puedes encontrar una cala especial, la de Cala d’Aigua Xelida. Es una playa rodeada de acantilados a la que se llega caminando. Es una playa de arena gruesa y zona de rocas vecina del pueblo de Tamariu donde la vegetación mediterránea de pinos y matorral besa el mar sobre rocas entre aguas cristalinas.

Cala Pola. En Tossa de Mar, más al sur, puedes disfrutar de una pequeña calita de poco más de sesenta metros de ancha en marea alta que está muy embutida entre riscos y que, desde el acceso a pie desde arriba, parece hasta una piscina con su agua remansada y sus fondos color esmeralda.

No sé si mis propuestas de calas para tu verano en la Costa Brava te harán buscarlas, pero creo que algo te podrá ayudar una dirección web de un site que recomiendo, Viajarabarcelona.org, en www.viajarabarcelona.org . Más concretamente el apartado dedicado a esa parte del litoral de Cataluña, éste http://www.viajarabarcelona.org/?page=costabrava.php Con el que podrás armar tu plan de verano, con todo lo que necesitas saber en la zona, con información sobre excursiones de un solo día en los alrededores de Barcelona y mucho más.

Tres calas de ensueño en la Costa Brava. Pero no corras la voz.

Cala Aigua Xelida.
Cala Aigua Xelida.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/es/barcelona.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Barcelona: http://www.guias.travel/ver-tours/?Barcelona/d562-ttd
Guía de Barcelona: http://www.viajarabarcelona.org

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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