El río Tíber (en italiano Tevere) es el principal río de Roma y el tercero más largo de Italia. Éste comienza en el monte Fumaiolo, en la región de Toscana y pasa por las ciudades de Perugia y Roma, hasta el mar Tirreno. El Tíber es el alma de Roma, al igual que lo es el Sena en París o el Támesis en Londres. A lo largo de sus orillas se desarrollan un sinfín de actividades, celebraciones, eventos culturales y artísticos, además de festivales y mercadillos de artesanía y gastronomía. Las orillas del río Tiber tienen vida y animación durante todo el año. Es el lugar ideal para pasear y disfrutar del encanto de Roma.
El Tíber fue usado como vía de transporte y comunicación desde la época romana, y la ciudad de Roma fue construida muy cerca de él, aunque en la actualidad ya casi no se puede apreciar debido al gran crecimiento que ha experimentado la ciudad. Es tal el protagonismo y la importancia que tiene el Tíber en Roma que durante tu paso por la ciudad eterna cruzarás por el río un sinfín de veces gracias a sus numerosos puentes, también protagonistas e indispensables en tus rutas, la mayoría de ellos con un gran valor histórico.
Durante tu viaje a Roma no debes dejar de caminar al menos por los principales puentes que atraviesan el Tíber, que son escenarios históricos de la ciudad. Así pues, bien podría constituir una buena excursión el conocerlos, saber su historia y transitarlos. Los puentes más emblemáticos de la ciudad son por ejemplo el Puente Sant Angelo, que es uno de los más antiguos de Roma y que fue construido por orden del emperador Adriano, quizás éste sea el más famoso. Se ubica frente a su mausoleo, ahora reconvertido en el Castillo de Sant Angelo, lugar clave a visitar durante tu estancia y también este puente conecta con el Vaticano. Sufrió una reconstrucción en el siglo XV y hoy en día podemos apreciar sobre él bellas estatuas realizadas la mayoría por Bernini.
El Puente Milvio es otro de los puentes por los que no debes dejar de pasar, fue construido dos siglos más tarde que el anterior, cuyo origen data del año 312 d.C. Es una estructura de ladrillo y mármol que nos llama la atención sobre todo al levantar la vista y toparnos con el torreón que vislumbramos en su punto más alto. Este puente fue testigo y escenario de la batalla (conocida como la batalla del Puente Milvio ) entre los ejércitos de Constantino I y Majencio, de la victoria del primero y su conversión al cristianismo, siendo Constantino el primer emperador cristiano. En la actualidad ha sido el puente en el que muchas parejas, al igual que ha ocurrido en otras ciudades del mundo como por ejemplo el Puente de las Artes de París, han querido seguir esta moda y expresar su amor colocando un candado con las iniciales de los enamorados para posteriormente tirar la llave al Tíber. Sin embargo, poco después fueron retirados y se prohibió continuar con ello, ya que empezó a ser un problema.
Otro de los puentes que no podía dejar de nombrar es el Puente Sisto que, aunque quizás sea unos de los menos conocidos en Roma, es considerado por muchos una joya dentro del repertorio de puentes romanos. Y por supuesto es también todo un tesoro histórico, ya que alberga una larga e interesante historia (sus inicios se remontan a la Antigua Roma). Fue mandado construir por mandato expreso del Papa Sisto IV. Anterior a éste se alzaba otro puente, el Puente de Agripa, construido por el general Agripa (amigo del emperador Augusto) por lo que el antiguo puente fue rehabilitado y modernizado por el Papa Sisto IV, a quien le debe su nombre.
Estos son algunos de los puentes que atraviesan el río Tiber y que conectan distintos puntos de Roma. Los puedes descubrir a través de un recorrido a pie o bien desde su río, mediante pequeños cruceros por la mañana o por la noche. Para no perderte ni un detalle de la capital italiana te recomiendo echar un vistazo a nuestra guía de Roma, www.viajararoma.com.
