Londres tiene un museo que sólo se visita por invitación. Se trata del Museo del Crimen de Scotland Yard, situado en el mismo edificio de las nuevas instalaciones de la policía británica en Londres. Los que han visto sus contenidos dicen lo que hace ya tiempo que es leyenda, que su muestrario no es apto para todos los estómagos.

El origen del museo es realmente curioso. En 1869, se promulgó en Gran Bretaña una ley por la que la policía podía conservar para sí las armas de fuego de los delincuentes encarcelados. El objetivo de la medida era mejorar el armamento de los medios policiales, también aportar algo de valor a la didáctica de formación de los nuevos guardias e inspectores, y, de paso, una ventaja más, retirar armas de la circulación colocándolas en el bando de los buenos.

Y no pasó mucho tiempo, hasta que tanto fusil, tanto revólver superó al número de policías. En cinco años, se almacenaba más de lo que se podía usar. A partir de ese momento, la colección se convirtió en peculiaridad de museo, siendo visitada de forma particular.

Pero un periodista decimonónico del diario The Observer quiso escribir un artículo sobre el museo de Scotland Yard, y ante la negativa de las autoridades, se apuntó a publicar un artículo sensacionalista bajo la denominación de Museo Negro, que atrajo el interés del público. Nombre que conservó hasta un más reciente Museo del Crimen de Scotland Yard.

El Museo del Crimen se organiza en dos salas, una que se corresponde con un contenido más actual y otra con elementos del siglo XIX. Un listado de las secciones te podrá dar una idea de por dónde van los intereses didácticos del Museo del Crimen.

Fíjate: Un apartado para los asesinatos célebres, otro para los envenenadores famosos y el resto para crímenes de policías, atentados a la realeza, otra para el tema de los robos de bancos, el espionaje, el acoso, sí lo has leído bien, y, por último, uno que lleva por título rehenes y secuestros.

El museo sólo se puede visitar por invitación mediante una solicitud que hay que dirigir a la misma Scotland Yard, algo que puede resultar sencillo si se acredita un interés formativo. Los que lo tienen más fácil son los estudiantes de criminología que formen grupos, forenses y personal asimilado, como se suele decir.

Dicen que el acceso es selectivo porque el Museo del Crimen de Scotland Yard exhibe piezas que resultan desagradables de ver. Entre ellas, armas homicidas extrañas escondidas en calzados y paraguas;. la cuerda con la que se ahorcó a la última mujer colgada en Gran Bretaña, una tal Ruth Ellis; el aparato telegráfico que hizo posible capturar al primer delincuente de la historia por métodos de transmisión eléctrica; fotos truculentas; el brazo sin cuerpo pegado que se relaciona con un crimen ocurrido en Alemania y pistas sobre el autor de los crímenes atribuidos a Jack El Destripador.

Mira por dónde Jack El Destripador tiene un altar para su memoria entre los miembros del cuerpo que lo buscó sin éxito. Irónico.

Tal vez te puedas hacer con una invitación en toda regla y plantearte visitar el Museo del Crimen de Scotland Yard. Para todo lo demás, para organizar un viaje a Londres y excursiones de un solo día a los alrededores de Londres, algo más agradable, una página web, un portal que te lo dará todo para organizarte desde casa, alojamientos, descripciones de lugares que visitar, información de interés y de gran valor ¿El site? Viajaralondres en la dirección www.viajaralondres.com, pica en el enlace. Verás lo que verás.

Museo del Crimen de Londres.
Museo del Crimen de Londres.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/gb/london.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Londres: http://www.guias.travel/ver-tours/?Londres/d737-ttd
Guía de Londres: http://www.viajaralondres.com

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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