Me encantan los símbolos, y más si son antiguos, si tienen tradición, y, al verlos o al tocarlos, no me resulta difícil abandonarme a la idea de volver atrás en el tiempo. Los símbolos vivos creo que nos ayudan a dar la mano a los protagonistas del pasado, de nuestro pasado. En unos casos, esos ecos nos llegan de personas ancianas, en otras, son objetos que se sienten como reliquias.

En Estados Unidos, en un rincón de la ciudad de Filadelfia, en un espacio reservado del  Independence National  Historic Park,  se levanta  el Liberty Bell, que alberga uno de esos símbolos únicos conmovedores, que para el turista es una atracción, pero para el norteamericano de cualquier condición representa un ideal.

Me refiero a la Campana de la Libertad de Filadelfia. La que tañó el 4 de julio de 1776 para reunir a los vecinos de la ciudad con el fin de leerles la Declaración de Independencia, un grito de rebelión, el nacimiento de los Estados Unidos como país.

Lo que no sabía cuando la vi por primera y última vez en su lugar privilegiado era que la campana estaba rota, rajada por un lado, y lo más sorprendente es que ya estaba rota en el momento en el que se convocó a los vecinos para leerles el manifiesto rebelde. Me pregunto si realmente sonaría  a algo ceremonioso o como creo más bien que debió ser un toque de metal sin sonoridad y gracia.

Pero aún me sorprendí más cuando pude conocer por lecturas del momento, que la campanita parece tener un mal fario. Se rompió la primera vez que la tocaron en marzo de 1752, casi un cuarto de siglo antes de jugar su papel histórico, y se volvió a rajar otra vez entre 1817 y 1846. Y aún más, en 1902, fue rescatada en un choque de trenes, con descarrilamiento incluido, cuando era transportada por vía férrea a Carolina del Sur para una exposición.

Dicen los ingleses con mucha sorna –británica- que fue una entrega puerta a puerta con segundas, porque la pieza fue fundida en Londres por la prestigiosa fundición de campanas Whitechapel, que tan buenos instrumentos ha dado para los templos británicos. Pero la de Filadelfia, se rompió a la primera después de haber surcado de banda a banda el Atlántico. O tal vez por eso, porque llegó algo ‘tocada’.

Sea como sea, la visita al monumento merece la pena, sólo sea por escuchar el bien sentado y sentido argumento de cualquier americano de a pie que te podrá asegurar que los tañidos de su campana alumbraron el nacimiento de la conciencia democrática de los pueblos del mundo. Tañidos, que, entre nosotros, sabemos que no pudieron llegar ni a la esquina de enfrente.

Haz un hueco en tu agenda de turista la próxima vez que visites la Costa Este de Estados Unidos para ver Nueva York, date un salto a Filadelfia para vivir la experiencia del minuto uno de la independencia americana. Si lo ves como yo, la campana te tocará la sensibilidad en lo más profundo, información de como llegar desde Nueva York la tienes en http://www.nuevayork.travel/ciudades-para-visitar/filadelfia/

Y de Nueva York, un destino fijo americano, y por supuesto su Gran Manzana, podrás encontrar visitas guiadas, información y todo lo necesario para aprovechar tu tiempo en la ciudad en Nuevayork.travel, dirección www.nuevayork.travel . Pica sobre el enlace para acceder a informaciones muy interesantes, sobre alojamientos, visitas originales, excursiones de un día en los alrededores de Nueva York, descuentos, ofertas y novedades que se renuevan cada temporada.

Da la campanada en tu próximo viaje a Estados Unidos.

Camapana de la Libertad Wikipedia Commons by Fui in terra aliena
La Campana de la Libertad en su parque histórico conmemorativo.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/us/new-york.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Nueva York: http://www.guias.travel/ver-tours/?Nueva-York/d687-ttd
Guía de Nueva York: http://www.nuevayork.travel

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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