Todas las ciudades arman su fisonomía básica en el imaginario colectivo sobre la base de sus lugares icónicos. Los que forman lo primero que nos viene al recuerdo cuando mentamos la ciudad. En la capital argentina, uno de esos iconos es el Obelisco de Buenos Aires, que, por más señas, representa, de alguna manera, lo mejor y lo menos mejor de la forma de ser y de convivir de los argentinos. Y es que su historia es un ejemplo evidente de las fuerzas latentes del ser argentino.

Y te recomiendo acercarte al obelisco cuando te apuntes a visitar Buenos Aires por tres motivos, para ver el conjunto arquitectónico, que tiene un indudable valor, no en vano está declarado monumento histórico nacional,  para apreciar de cerca lo que significa como icono de la ciudad, y, si me sigues, el papel que desempeñó desde el momento en el que a sus promotores se les ocurrió la idea de levantarlo precisamente en ese lugar. Entre las avenidas de Corrientes y 9 de julio, la más ancha del mundo.

De entrada, te cuento, el Obelisco de Buenos Aires es un monumento conmemorativo levantado en 1936 para festejar el cuarto centenario de la fundación de la capital. El lugar elegido es el que acomodaba la vieja iglesia de San Juan Bari en la que se izó por primera vez la bandera argentina tras la independencia.

La idea original era que en ese lugar se levantara un monumento dedicado a Hipólito Yrigoyen, presidente argentino fallecido en 1933. Pero el alcalde de entonces, rival del partido de Yrigoyen, para evitar su construcción decidió a toda carrera levantar un obelisco.

Lo hizo en 31 días, y se inauguró en 62 días, después de que se tuviera la primera idea sobre el tema. Casi se hizo sin planos, a toda prisa, para evitar que el público y los contrarios políticos pudieran reaccionar. El sistema de construcción que empleó una empresa alemana incluso aplicaba un cemento que fraguaba más rápido para ir a toda pastilla.

Inaugurado con pompa, aún en 1939, un nuevo consistorio muncipal votó echarlo abajo. El obelisco se salvó por una argucia legal cuando los concejales habían votado mayoritariamente derribarlo.  En parte, el público formado detestaba el obelisco porque su estilo racionalista iba en contra de la monumentalidad aparatosa y recargada que era referencia en las construcciones públicas de los años treinta del siglo XX en Buenos Aires.

Sea como sea, hoy ya nadie pone en duda el valor del monumento, imponente, de 67,5 metros de altura, que ha servido para ser centro de algunas campañas publicitarias, para algún hermanamiento, para tomas de conciencia y protestas personales y de diferentes colectivos que lo han hecho suyo durante horas o tan sólo unos minutos.

El obelisco no es accesible para visitarlo, la parte alta es muy estrecha y cuatro ventanas diminutas ofrecen muy poco para mejorar una vista aérea que puede estar disponible en cualquier terraza de hotel del centro. El obelisco fue levantado como monumento y no como belvedere ¡Qué le vamos a hacer!

Algo que seguro que te encantará saber. Una curiosidad y una leyenda urbana sobre el obelisco. La curiosidad es que, a pesar de que no vive nadie en el monumento, tiene dirección y puerta oficial: Avenida de Corrientes, 1066.

Y la leyenda urbana es la que dice que en la punta del obelisco hay un cofre que contiene una carta redactada por uno de los constructores y cuyo contenido sería un alegato a favor de la no conveniencia de su derribo en ningún momento futuro. El cofre guardaría también una fotografía del citado constructor y de su familia al completo. Algo que, sinceramente, no entiendo, pero,… bueno. Vale.

El Obelisco de Buenos Aires puede ser un lugar de partida para una experiencia en un viaje a Argentina. Para esa experiencia austral, te recomiendo dos excursiones con valor añadido que podrás encontrar en un apartado dedicado de la web Viajara buenosaires, en la dirección www.viajarabuenosaires.com.

Te explico, se trata de una excursión de un día al Delta del Río Tigre, en la localidad de San Isidro, un viaje en bote de motor por un espacio de canales fluviales, una de las zonas con más encanto natural de las cercanías del Gran Buenos Aires ¿Quieres saber más? Pica en este enlace para conocer al detalle todos los datos de esta pequeña gran aventura.

Y la otra propuesta es más costumbrista, la de una excursión de un Día Gaucho en un rancho situado a poca distancia de Buenos Aires. Música y bailes, entretenimientos, juegos de destreza, las labores del campo en la Pampa y las historias de un estilo de vida al aire libre convertido en una experiencia original. Pica en este enlace para saber más.

Argentina, Buenos Aires, te esperan.

Obelisco de Buenos Aires Wikipedia Commons by Martin St-Amant
El Obelisco de Buenos Aires.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/ar/buenos-aires.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Buenos Aires: http://www.guias.travel/ver-tours/?Buenos-Aires/d901-ttd
Guía de Buenos Aires: http://www.viajarabuenosaires.com

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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