La mayoría de los turistas que visitan París consideran que el Puente de Alejandro III es el más hermoso de la ciudad. Sea como sea, es el puente mejor y más adornado y el más opulento de París. Está dedicado a un zar y a una vieja amistad ruso-francesa.
El Puente de Alejandro III está alineado con la explanada de Los Inválidos y conecta el Grand y el Petit Palais de la orilla derecha del Sena con el Palacio de los Inválidos en el margen izquierdo.
El Puente de Alejandro III fue construido a finales del siglo XIX como parte de los proyectos que acompañaron a la celebración de la Exposición Universal de París de 1900. La exposición tuvo espacios visitables en ambos márgenes del Sena y el puente fue una ayuda para que los millones de visitantes de la exposición pudieran cruzar el río sin problemas.
La construcción del puente duró tres años y fue obra de los arquitectos Alby y Resal. La estructura fue la primera construcción prefabricada de su tipo y sus secciones fueron transportadas desde la fábrica donde se construyeron hasta el lugar de destino final y fueron izadas con la ayuda de grúas. El puente fue construido siguiendo los criterios artísticos impuestos por la corriente Beaux Arts que imperaba en tiempos de la Tercera República Francesa. El Puente de Alejandro III es uno de los símbolos de la Belle Époque.
Requisitos
Uno de los requisitos para los proyectistas del Puente de Alejandro III fue que su estructura no debía impedir la vista del Palacio de los Inválidos, pero tampoco la de los Campos Elíseos. Estos requisitos obligaron a construir un puente muy bajo de 40 metros de ancho y 107,5 metros de largo y con una altura de sólo seis metros. Es uno de los puentes más largos sobre el Sena.
El Puente de Alejandro III está bellamente decorado con farolas y con querubines y ninfas. En cada extremo, se acomodan grandes estatuas doradas de 17 metros de altura sobre pilares de granito. Cada una de estas esculturas fue creada por un artista de manera independiente.
A pesar de que la construcción del puente se inició en mayo de 1887, la primera piedra fue colocada por el zar ruso Nicolás II en octubre de 1896. El puente de levantó para simbolizar la amistad ruso-francesa y lleva el nombre del padre del zar, Alejandro III, asesinado unos años antes.
El Puente de Alejandro III se abrió al tráfico al mismo tiempo que otras obras desarrolladas para la Exposición Universal de París como la Estación de Orsay, el Petit Palais y el Grand Palais. A la exposición acudieron unos 50 millones de visitantes.
Descubre el Puente de Alejandro III en vivo y en directo. Con los recursos que te ofrece el portal Viajaraparis.com, que incluye excursiones de un solo día en los alrededores de París y mucho más. Pica en el enlace para saber más: www.viajaraparis.com
