Las zonas verdes son pulmones para respirar aire puro y para alegrar la vista, sobre todo en las grandes ciudades en las que las congestiones del tráfico y la masificación de la población se perciben como una distorsión de las necesidades de los ciudadanos. Los parques públicos tienen así función de abrir las ciudades a la naturaleza y a las sensaciones más naturales.
Parques los hay de todos los tipos y colores –por la vegetación dominante- pero algunos tienen personalidad propia, una identidad que los caracteriza, nacida de su historia o de su uso colectivo. Algunos de esos parques singulares me vienen a la memoria y las experiencias vividas en ellos.
Pero uno, es mi estrella de los parques únicos: El Central Park de Nueva York, en su día el primer parque público del mundo cuando fue inaugurado en 1847.
El Central Park de Nueva York es enorme, mide unos cuatro kilómetros de largo por casi otro de ancho, unos 3 kilómetros cuadrados. Más grande que Mónaco o Ciudad del Vaticano. Ahí es nada. Muchas de sus cifras marean. Tiene 8.000 bancos para sentarse, todos sus puentes son únicos y hay más de 250.000 árboles plantados, de los que 1.700 son olmos americanos.
Central Park tiene sus zonas, diría que como un parque temático natural, recuerda que la intención de sus creadores fue confeccionar un diseño paisajístico equilibrado y adaptado para diferentes usos públicos que el tiempo y los cambios sociales han demandado.
En Central Park, hay extensas campas de césped, llamados ‘valles’, el más extenso de todos está en el centro, y es el Great Lawn. El parque también tiene siete lagunas de agua dulce de diferente tamaño, algunas con una profundidad de hasta doce metros, la altura de un edificio de cuatro plantas. El lago Reservoir es el mayor, con 2,5 kilómetros de pistas de atletismo para correr a su alrededor.
También tiene un jardín botánico que recomiendo ver en primavera y un zoo muy agradable de ver. Y, por último, los monumentos. De entre ellos, destaca el Castillo Belvedere, una componenda monumental al estilo americano de aires victorianos que agradó seguro que a los visitantes nonacentistas, pero que hoy, si acaso, se puede calificar como una rareza. Dos monumentos menores son la Fuente Bethesda y el de Strawberry Fields, dedicado a John Lennon. 30 esculturas más representan a poetas o personajes de todo tipo. A mí la estructura que más me fascina es la ‘Aguja de Cleopatra’ un obelisco egipcio regalado por el país africano y de la época del faraón Tutmosis III.
Pero ¿sólo Central Park? Quiero decir, visitar Nueva York y quedarse sólo con un recorrido a pie por sus zonas verdes… ¿por qué no llevar una experiencia en la naturaleza más lejos? Echándola a volar.
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Nueva York en verde, del Central Park al cielo y al agua.
Recursos para el Viaje:
Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/us/new-york.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Nueva York: http://www.guias.travel/ver-tours/?Nueva-York/d687-ttd
Guía de Nueva York: http://www.nuevayork.travel
