Lo dicho, ¿quieres subirte al carro en Florencia? Se trata de una sugerencia literal. Es posible subirse al carro en la ciudad de Florencia, o casi, si visitas uno de sus museos menos conocidos, pero también uno de los más sugerentes para acercarse y conocer el estilo de vida cotidiana y no tan común de las clases altas italianas del Antiguo Régimen y del siglo XIX. Me refiero al museo de coches y calesas de Florencia, el Museo delle Carroze.

Se trata de un patrimonio histórico peculiar, medios de transporte distinguidos que pertenecieron a la corte del Gran Ducado y a nobles y miembros de la jerarquía eclesiástica. Vehículos que rodaron entre finales del siglo XVIII y el XIX. Algunas de los coches de caballos son piezas magistralmente decorados, con trabajos de talla en madera y dorados.

En otros casos, los acabados incluyen pinturas con paisajes típicos al estilo de la época, aunque también sorprenden las cortinas, los cueros y la presentación de tareas menos visibles salidas también de manos artesanas, oficios casi todos ya desaparecidos.

El número de carruajes originales del museo es corto, es cierto, pero resulta excepcional, por el estado de conservación de las piezas y porque varios de ellos son carros de encargo, y, por tanto, únicos. El museo exhibe diez carros originales y dos sedanes que se llegaron a usar en las cortes de Lorena y Saboya como te he comentado entre el XVIII y el XIX. Un apartado del museo muestra también una pequeña colección de arneses de caballos que es un complemento a la visita.

La pieza más antigua es un carruaje del siglo XVIII que perteneció a la casa Giugni. Otro carruaje muy antiguo es el transporte personal del obispo de Pistoia Scipione de Ricci. Pero el más valioso de la colección es, sin duda, el carruaje de Fernando II de Lorena tallado por el artesano Pablo Santos y pintado por Prato Antonio Marina.

Las pinturas de este carruaje recogen las imágenes algo idealizadas de gobernantes famosos de Florencia formando pares con figuras de las artes: Lorenzo de Medici y Poliziano, Cosimo y Vasari, Cosimo II (o tal vez Fernando II) y Galileo y Peter Leopold y Fernando III.

Otra piezas destacada es el sedán de gala de Fernando II de Borbón que ofrece como decoración una representación pictórica de las musas inspiradoras clásicas. Una berlina Savoy que también se exhibe en un apartado del museo de carruajes tal vez perteneciera al duque de Módena, Francisco IV. Un carro del príncipe Asmundo de Gisira perteneció a la colección de la familia siciliana de Stefano Bardini. El carruaje, de 1760, ofrece ricas tallas doradas y tapicerías de color rojo brillante.

Algunos coches fueron empleados en momentos muy especiales, como bodas de la nobleza italiana, desfiles oficiales. Entre éstos destaca el ‘carro del oro’ que está rematado con una corona de oro con la que se simbolizaba el alto rango de sus ocupantes. El museo de carruajes de Florencia cuenta también con algún carruaje fúnebre de tonos negros y oscuros, un sedán azul y una silla de manos del arzobispo de Florencia fechada en 1793.

Al Museo delle Carroze de Florencia lo podrás encontrar en el número 1 de la Piazza Pitti.

Si quieres viajar a Florencia, no dejes de encontrar un momento para ver el Museo delle Carroze, un espacio expositivo que hay que ver con calma. Para programarte la visita, para elegir buenos tours en Florencia, echa un vistazo a las propuestas que Viajararoma.com, excursiones de un solo día en los alrededores de Roma que incluye visitar Florencia.

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Carroza Asmundo.
Carroza Asmundo.
Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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