San Genaro es toda una institución en Nápoles, por ser el santo patrono de la ciudad, muy, muy popular, pero especialmente por perpetuar cada año uno de los milagros más famosos de la Iglesia, el de la licuación de su sangre.

El 19 de septiembre, su día, y hasta tres veces al año, la sangre del santo mártir se presenta a los fieles en un acto popular, sentido y solemne que es también un refrendo de lo que le espera a Nápoles.

Si la sangre se hace líquida, la ciudad de Nápoles disfrutará de cosas buenas, si no es así, malos presagios, la duda para los fieles sólo es una, de dónde vendrá la mala fortuna. El milagro de San Genaro se convierte así en un termómetro para una felicidad tan voluble y latina como la de los napolitanos.

El relicario se muestra en esa ceremonia en la Catedral de Nápoles y durante siete días se expone en un lugar habilitado para que los napolitanos puedan besar la ampolla.

El San Genaro histórico fue obispo de Benevento en el siglo III. Su nombre real parece que fue el de Próculo y murió mártir en los tiempos de las persecuciones del emperador Diocleciano.

El futuro San Genaro fue condenado a arder en un horno, pero milagrosamente salió indemne. Un segundo intento lo llevó al circo para ser devorado por las fieras, pero éstas no quisieron saber nada de la carne de Próculo. El tercer intento fue la decapitación que sí acabó con su vida.

Cuenta la tradición que la sangre de San Genaro se licuó por primera vez en tiempos del emperador Constantino, cuando un obispo piadoso trasladó sus restos para recibir sepultura. Fue una primera constatación del fenómeno y del milagro. No obstante, las cosas no están del todo claras, una crónica de 1389 comenta como se organizó una procesión para ver el milagro y, al parecer, las ampollas que contienen la sangre y el mismo milagro serían de aquel tiempo.

En principio eran dos ampollas, dos vinajeras, que se guardaban en una pequeña capilla en la del Tesoro de San Genaro. Sin embargo, hoy sólo se conserva una de estas reliquias en una caja fuerte de la capilla que contiene la sangre del santo, una se la llevó consigo a España el futuro rey Carlos III, sucesor de Fernando VI.

La sangre de San Genaro se licúa en la ampolla que resta de una manera periódica, tres veces al año, el sábado anterior al primer domingo de mayo y en los ocho días siguientes, el 19 de septiembre, día de San Genaro, y durante la octava de las celebraciones en honor de la patrona, el 16 de diciembre.

La puesta en escena siempre es la misma, a una solemne ceremonia religiosa encabezada por el arzobispo de Nápoles, le sigue el alzado del depósito que contiene la sangre que se mueve para que la multitud note el efecto de la licuación. Normalmente la sangre es una masa sólida de color oscuro, pero al exhibirse se vuelve más clara y líquida.

La licuación de la sangre de San Genaro en cada ceremonia es un presagio de buenos augurios para la ciudad de Nápoles. Y todo lo contrario, si la sangre no se hace líquida, es un mal presagio. Los especialistas apuntan a un fenómeno físico y químico en el que el movimiento de un fluido cambia su estado de sólido a líquido. Los fieles napolitanos no creen esta versión, por supuesto.

San Genaro de Pozzuoli

Un fenómeno parecido, e igualmente milagroso, se produce en la Iglesia de San Genaro de Pozzuoli, el lugar donde supuestamente fue decapitado el santo. Una mancha roja que impregna una losa de mármol, donde se dice que ocurrieron los hechos, se vuelve líquida ante el gentío que acude a verla.

Estudios reciente afirman que el fragmento de losa pertenece a un altar paleocristiano creado dos siglos después del martirio del santo. Los restos de color rojo, al parecer, son pintura y cera y la licuación un fenómeno de sugestión colectiva.

Sea como fuere San Genaro es tradición viva de Nápoles. Un motivo más para visitar Nápoles. Si quieres disfrutar de una excursión de un solo día en los alrededores de Roma que incluya a Nápoles, te presentamos la propuesta del portal exclusivo de Viajararoma.com, que incluye la visita a Nápoles indicada y mucho más. Pica en el enlace para saber más:

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San Genaro, el oráculo de Nápoles.

Milagro de San Genaro.
Milagro de San Genaro.
Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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