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visita a Roma

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Viterbo es un encanto de ciudad de provincias en el centro de la península italiana. A 80 kilómetros de Roma es una población con un patrimonio arquitectónico muy reciclado, compuesto con restos de edificios y elementos constructivos romanos hallados durante siglos en la zona. Viterbo es una ciudad amurallada que merece la pena descubrir tranquilamente en una extensión de un viaje a Roma.

Si tuviera que recomendarte algo especial para ver en Roma, algo que reuniera el mejor arte, naturaleza y en un espacio de gran valor, te daría un nombre, Borghese, Villa Borghese. Un palacio renacentista, que es un museo de arte rodeado de hermosos jardines, y a poca distancia de Roma. Para visitar la Villa Borghese necesitarás a mi modo de ver dos cosas. Una, tiempo suficiente para dedicarle a las obras que lo merecen, y, la otra, gusto, gusto por ese arte que verás en piezas únicas y salidas de las manos de los grandes maestros. Me gustaría hablarte de todo éso. De la que creo que es una preciosa caja de arte.

El río Tíber hizo grande a Roma, le dio agua, sustento, una leyenda fundadora en la que creer y un padre del que dejarse guiar. La Roma antigua no se puede entender sin su río Tíber. Y hoy creo que es uno de los alicientes turísticos de la Ciudad Eterna. Me gustan las ciudades históricas con ríos ¿se nota?

Una de las construcciones más impresionantes de la ciudad de Roma es la cúpula de la Basílica de San Pedro. Su ubicación en el cielo de la capital italiana, y, sobre todo, su altura, la convierten en una referencia en el horizonte y en los paisajes urbanos romanos. La Cúpula de San Pedro del gran Miguel Ángel está en casi todas las vistas panorámicas de Roma.

Las Catacumbas de Roma son un patrimonio histórico italiano enterrado, vuelto del revés, la antítesis del mundo de arte y esplendor clásico que corona las calles y la superficie de la Ciudad Eterna.

Sus cifras asombran. Se han localizado, prácticamente bajo la Via Appia, algo más de sesenta que supusieron taladrar la toba volcánica del subsuelo romano y abrirla en túneles a largo de años y años de trabajos callados, ocultos, secretos. Se han contabilizado 170 kilómetros de túneles y, asómbrate, tres cuartos de millón de tumbas, una ciudad de los muertos enterrada. Créelo. Tienes que verlo.

Sobre el Coliseo de Roma te puedo contar un montón de historias  que seguro que podrás encontrar en cualquier guía de turismo de Roma. Se ha escrito mucho y se seguirá escribiendo todavía más en el futuro, porque el conjunto es una pieza indispensable de cualquier visita en Roma y conocerlo con mayor o menor profundidad es clave para comprender el significado de la construcción y los de sus usos a lo largo del tiempo.

Una visita a Roma te contará con monumentos y costumbres antiguas todo lo que de magnífico y colosal tuvo la expansión de la fe desde la Ciudad Eterna durante siglos y siglos. Roma es un foco que iluminaba e ilumina a los cristianos de todo el mundo y  cualquier iglesia de Roma te mostrará ese esplendor y magnificencia consagradas. Te puedo enseñar postales como cromos que dan fe de lo que digo.

Por esa razón, cuando nos topamos con un templo significativo, con historia, con el nivel reconocido de una catedral en provincias italianas, pero con la apariencia de iglesias de barrio romanas, el contraste es cuando menos extraño, chocante. La pregunta que nos planteamos es ¿por qué tanta sencillez  para tanta categoría, o al revés?

Uno de los casos más curiosos es el de la Catedral San Lorenzo de Viterbo, en la Tuscania, en el noroeste de Roma y a algo más de cien kilómetros de la capital.

Un lugar con encanto y con valores añadidos cerca de Roma, sobre todo en verano, es Ostia. Bueno, en realidad una de las dos Ostias, la bulliciosa, balnearia y playera, de clubs náuticos, nacida de los fastos mussolinianos, de terrazas atestadas de domingueros romanos y de turistas de sol y playa; y la otra, la que te quiero contar, la Ostia Antica, la que se derrama entre restos derruidos y semisepultados que se corresponden con la ciudad portuaria de la Roma antigua.

Ostia Antica era una colección de viviendas, almacenes, tiendas, molinos harineros, bares, más almacenes, templos de cultos exóticos, todavía más almacenes, largas avenidas y calles empedradas, un puerto hexagonal y numerosos espigones para estibar las cargas procedentes de todo el imperio y un rosario.., sí, de más almacenes.