La Catedral de Notre Dame de París no es la más grande del mundo, pero puede ser la más conocida de todas. La de Notre Dame es una impresionante obra maestra en el centro de París. La Catedral de Notre Dame es la última de una larga secuencia de edificios religiosos levantados en el mismo lugar en más de 2.000 años.
Del Parc Monceau se dice que es uno de los parques públicos más atractivos de París. Sus origenes hay que buscarlos en unos jardines que mandó organizar el duque de Orleans en el siglo XVIII. Hoy es un un remanso de paz en medio de París.
La Place Vendôme, la Plaza Vendôme es un espacio con mucha historia del centro de París. En origen, fue creada como homenaje a la gloria de los ejércitos de Luis XIV, el Rey Sol.
¿Qué habría sido de París sin su ostentosa Torre Eiffel? Pues a punto estuvimos de averiguarlo, ya que en sus inicios la mítica dama de hierro no fue construida para formar parte de la ciudad por mucho tiempo y mucho menos para convertirse en el símbolo más emblemático de nuestro país vecino.
La imagen de Nueva York, como la de muchas otras localizaciones con identidad global, está asociada a algo parecido a fotos fijas que guardamos en la memoria. El cine, las artes, han hecho mucho para marcarnos a fuego esa identidad. Y, bueno, si te hablo de Nueva York, seguro que te imaginas los rascacielos y la Estatua de la Libertad.
Tan potente es la imagen de la libertad levantando la antorcha que es la cara visible que se asocia también con ese sentido de la independencia de los pueblos. Me gusta ese símbolo de libertad tan hierático, tan mayestático. Tanto, que en uno de mis veranos en París me decidí a buscar, y, si era posible, a fotografiarme con cada una de las seis estatuas de la libertad de la capital francesa.