El Ponte Santa Trìnita, el Puente de la Santísima Trinidad, es una obra maestra de Florencia. Las aguas que salva del río Arno fueron causa de sus repetidas destrucciones hasta que el genio y el ingenio de Miguel Ángel consiguió resolver la ecuación de un diseño que garantizara su supervivencia. Del Ponte Santa Trìnita dicen que es el más hermoso de Europa. Yo creo que sí.
La nobleza dominante de la ciudad de Florencia dedicó muchos esfuerzos a elevar el prestigio y el poder de la capital. Iglesias, palacios y fortalezas hablan de su deseo por dominar la Toscana, primero, y luego convertirla en capital de Italia. Los jardines de Florencia son naturalezas recreadas que cuentan historias de rivalidades familiares, de excentricidades, de curiosidades botánicas, pero también de un gusto por la belleza natural para domesticarla a las puertas de casa. Estos son los trece jardines florentinos que no te puedes perder en una visita a Florencia.
Florencia es para los turistas el David de Miguel Ángel, los palacios del Duomo y la Signoria, el Ponte Vecchio, la Catedral, el Campanile de Giotto, el Battisterio de San Giovanni, la Iglesia de la Santa Croce, el Palazzo Pitti, el centro histórico, la Galería de los Uffizi..¿sigo? La lista es larga. Decenas y decenas de lugares emblemáticos que son fijos en todas las guías turísticas.
San Gimignano es un pueblo medieval de la Toscana hermoso, hermoso de verdad. La gente acude a sus calles para perderse en su entramado de estrecheces. Los frescos del Duomo, la Collegiata, el Palazzo del Popolo, el Museo Cívico, el terrorífico Museo della Tortura, el de Arte Sacro, el Arqueológico, la Iglesia de San Agustín, el Castillo de La Roca y La Fonti, la fuente medieval, son los segundos grandes atractivos de una población labrada en piedra que parece asida a un tiempo diferente al actual.
Y digo segundos grandes atractivos, porque los primeros se me antojan los más visibles, los que representan las 14 torres del medievo que erigieron las familias más adineradas del lugar para demostrar sus medios económicos. Su opulencia brotada hacia arriba.
Acercarse a una ciudad para conocerla a través de su historia, de sus monumentos, en muchas ocasiones nos da una imagen fija de una realidad que sólo podemos revivirla si hacemos un esfuerzo de empatía, por imaginar y comprender a las gentes que vivieron en un tiempo pasado.
Por esa razón, los viajes que se organizan para conocer a la gente de los lugares que visitamos y participar de alguna manera de su convivencia representan una experiencia muchísimo más enriquecedora, tramada de emociones y vivencias, que, si nos han llegado a lo más hondo, recordaremos con placer.