El Castillo de Sant’Angelo de Roma tiene una historia, cuando menos, turbulenta. Fue mandado a construir por el emperador Adriano para ser utilizado como su mausoleo. Con el tiempo, se transformó en una sólida fortaleza en la que se refugiaron los papas cuando Roma resultaba amenazada. Una guarida para papas cobardes.
Destinos Guias.Travel
Tag