El Castillo de Sant’Angelo de Roma tiene una historia, cuando menos, turbulenta. Fue mandado a construir por el emperador Adriano para ser utilizado como su mausoleo. Con el tiempo, se transformó en una sólida fortaleza en la que se refugiaron los papas cuando Roma resultaba amenazada. Una guarida para papas cobardes.
El Castillo de Sant’Angelo está situado en la orilla derecha del río Tíber. Como te decía, se diseñó como mausoleo de un emperador, para luego pasar a ser parte de la muralla de la ciudad de Roma y de sus defensas. El paso siguiente fue convertirlo en fortaleza para los papas. Luego hizo de cuartel de la fuerza de la capital, de prisión militar para terminar en lo que es hoy, un museo nacional italiano.
En su primera época, el Castillo de Sant’Angelo albergó los restos de Adriano y de sus sucesores, hasta el emperador Caracalla. El diseño de la construcción se inspiró en el Mausoleo de Augusto construido un siglo antes.
La construcción del de Adriano se inició en el año 123 y concluyó en el 139, durante los gobiernos de los emperadores Adriano y Antonino Pío. El edificio original tenía una planta cuadrada de 89 metros de lado, y, sobre ella, se acondicionó una estructura cilíndrica de 64 metros de diámetro. Esta parte central se cerraba con un túmulo de tierra sobre la que se levantaba una estatua de Adriano conduciendo una cuádriga.
El mausoleo tenía conexión con el resto de la ciudad a través de un puente que salvaba el río y que se construyó al efecto: el Pons Aelius, que ahora es conocido como Puente de Sant’Angelo. En cualquier caso, las estatuas que lo embellecen son muy posteriores en el tiempo.
Entre los años 270 y 275, durante la construcción de la Muralla Aureliana, el mausoleo se incorporó al sistema defensivo de Roma. A partir de ese momento, la edificación fue convirtiéndose poco a poco en una fortaleza con la realización de una serie de obras y mejoras. En el año 1277, el Castillo de Sant’Angelo fue adquirido por el Papado para ser empleado como refugio en caso de peligro.
Un pasillo secreto, conocido como el Pasetto, conecta el Castillo de Sant’Angelo con el Vaticano. El pasillo fue utilizado por el Papa Clemente VII y sus guardias suizos para refugiarse del ataque del Ejército de Carlos de Borbón durante el saqueo de Roma de 1527.
Interior
A pesar de que los papas utilizaron la fortaleza como un refugio provisional, no escatimaron en gastos para acondicionar sus interiores con todo lujo. El Castillo de Sant’Angelo cuenta con hermosas habitaciones decoradas con frescos. Bajo las habitaciones de los papas, hay toda una serie de pisos que funcionaron como mazmorras. Incluso aún se puede ver una cámara de tortura antigua. Un curioso pasillo en espiral conecta las zonas nobles con los niveles inferiores de la construcción.
En la parte superior de la fortaleza, con vistas a una terraza panorámica, se encuentra la estatua de un ángel obra del escultor flamenco del siglo XVIII Pieter Verschaffelt. La estatua de bronce que se puede ver sustituyó a una versión anterior tallada en mármol.
La estatua en cuestión representa al Arcángel San Miguel, que, según una leyenda, apareció en la parte superior de la fortaleza en el año 590. Su aparición acabó con la plaga más importante que había sufrido Roma hasta entonces. Después del milagro, el castillo pasó a llamarse como de Sant’Angelo.
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