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tours en Roma

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La ciudad de Perugia se convirtió en un pequeño imperio regional en la Edad Media. En los tiempos de las ciudades estado italianas. Sin embargo, para sobrevivir Perugia y sus homólogas tuvieron que valerse de los recursos de sus hinterlands, de los pueblos de su región. Perugia, por ejemplo, encontró especializaciones artesanas y provisiones entre los de sus inmediaciones.

Nocera Umbra es una pequeña localidad de la Umbría italiana que tuvo la suerte, o la mala fortuna, de erigirse en un cruce de caminos, en un lugar alto y en un entorno montañoso en los Apeninos donde las buenas comunicaciones siempre escasearon. Nocera Umbra fue guardiana de los pasos montañosos, de algunos de los accesos directos a Roma y de su conexión por tierra con el Adriático. Quien tuviera las llaves de Nocera Umbra podía hacer mucho por custodiar o abrir las de la Ciudad Eterna.

Las gentes de otros tiempos se las ingeniaban de mil maneras para hacer que la geografía, a falta de otras condiciones ventajosas, jugara a su favor. En tiempos convulsos, en épocas de razzias y rapiñas, la protección de un río, de un lago, vivir en lo alto de una montaña, podían ser la diferencia entre la seguridad y el caos, entre la vida y la muerte.

Terni es un doble destino para enamorados. Para los que las pequeñas ciudades del interior de Italia representan un amor a primera vista, pero también porque en ella descansan los restos de San Valentín, el apóstol de los enamorados. A ella llegan quienes necesitan de la intercesión del santo o quienes sólo viajan para dejarse seducir por un lugar con mucho encanto. Te lo digo como lo pienso, Terni sólo es apta para románticos.

Ostia Antica es una ciudad romana antigua situada hoy a menos de una hora de Roma -si el tráfico lo permite- que se corresponde con un puerto comercial en la desembocadura del río Tíber. La ciudad antigua hoy está algo alejada de la costa al haberse depositado durante siglos posteriores los sedimentos traídos por el mismo curso de agua.

 La nobleza dominante de la ciudad de Florencia dedicó muchos esfuerzos a elevar el prestigio y el poder de la capital. Iglesias, palacios y fortalezas hablan de su deseo por dominar la Toscana, primero, y luego convertirla en capital de Italia. Los jardines de Florencia son naturalezas recreadas que cuentan historias de rivalidades familiares, de excentricidades, de curiosidades botánicas, pero también de un gusto por la belleza natural para domesticarla a las puertas de casa. Estos son los trece jardines florentinos que no te puedes perder en una visita a Florencia.

La ciudad de Florencia acoge un curioso patrimonio pocas veces destacado por las guías y desde luego, bajo la sombra de la grandiosidad de algunos de sus monumentos más ilustres. Me refiero a sus torres. Torres florentinas, levantadas en el convulso siglo XIII italiano para conmemorar el poder de algunas familias de cuna como sucede con otras ciudades antiguas de Italia. Bolonia tiene sus torres, Florencia también, aunque, como digo, menos o nada conocidas.

Tívoli es una población y municipio muy cercano a Roma. Tanto, que las élites romanas se avecindaron durante cientos de años para disfrutar de mejores condiciones ambientales y para poner tierra por medio al mundanal ruido de la capital. Así, se construyeron villas que ocuparon gente notable y engrandecieron sus sucesores y los que llegaron después para hacerse un hueco en este paraíso a la vista de Roma.

Nápoles es una ciudad que le ofrece al visitante muchos museos y exposiciones permanentes. Espacios museísticos que son el resultado de la importancia histórica de la ciudad y de su entorno y del inmenso legado dejado en sus tierras por otras culturas, civilizaciones y pueblos. Si hay una forma accesible de conocer la historia, el pasado de Nápoles, esa es visitando los museos que se reparten por las cuatro esquinas de la ciudad.

La ciudad de Florencia tiene dos arcos triunfales monumentales que ofrecen diferente visibilidad para quien visita la ciudad, el de la Piazza della Libertà es grande, rimbombante y de una plasticidad exultante; el Archino de San Piero, casi desconocido, se oculta entre las callejuelas del centro de Florencia. Vamos a descubrirlos.

Florencia fue capital de Italia, señorío de nobles renacentistas y corte real. Ese esplendor político dejó tras de sí un rosario de palacios que el tiempo ha convertido en museos y espacios culturales. Ningún viajero con un mínimo de sentido histórico pasa por Florencia sin pisar alguno de estos palacios.

Viterbo es un encanto de ciudad de provincias en el centro de la península italiana. A 80 kilómetros de Roma es una población con un patrimonio arquitectónico muy reciclado, compuesto con restos de edificios y elementos constructivos romanos hallados durante siglos en la zona. Viterbo es una ciudad amurallada que merece la pena descubrir tranquilamente en una extensión de un viaje a Roma.

Si has visitado Roma, la zona histórica, el centro de Roma, seguro que te ha sido fácil moverte entre calles y monumentos. Roma es una ciudad prácticamente llana que se deja caminar muy bien. Y digo ‘prácticamente’, porque no toda es un plato. Si recuerdas aquello de que Roma tiene siete colinas, estarás conmigo de que hay algunos lugares que descuellan en altura. No muchos, no muy altos, no muy grandes, pero existir, existen.

El Monumento de Vittorio Emanuele II es uno de los más impresionantes de Roma. No creo que su arquitecto no pensara en otra cosa que éso, impresionar, al espectador que accediera por los pies de la construcción y a sus escalinatas. La composición de todo el conjunto me parece particularmente sugerente y hasta arrebatadora. Para los italianos es su Altar de la Patria.

EUR es una zona de Roma que me fascina, su arquitectura está muy alejada de la ajada antigüedad de los monumentos romanos del centro, pero tiene una monumentalidad, otra monumentalidad, que me fascina. Porque habla de conjuntos y estructuras levantadas con todo descaro para servir a unas ideas politicas. No digo que el Arco de Triunfo de Tito o la Basílica de Majencio no sean parte de una propaganda política, no lo dudo, pero en el caso de EUR casi puedo tocar las ideas que hay detrás.

El río Tíber hizo grande a Roma, le dio agua, sustento, una leyenda fundadora en la que creer y un padre del que dejarse guiar. La Roma antigua no se puede entender sin su río Tíber. Y hoy creo que es uno de los alicientes turísticos de la Ciudad Eterna. Me gustan las ciudades históricas con ríos ¿se nota?