El Templo de Minerva de Asís es un monumento romano poco conocido fuera de Italia, probablemente porque no está entre los tours de Roma o en los de las otras grandes ciudades italianas que forman circuitos turísticos. Y todo, cuando el Templo de Minerva es el monumento romano mejor conservado de Italia y del mundo.
Prueba de su valor, una anécdota. El Templo de Minerva fue una obsesión para Goethe en su viaje por Italia, había oído hablar de él, sabía de su importancia arquitectónica, y fue lo primero que quiso ver en Asís. Antes que la fundación de San Francisco de Asís, su iglesia, su monasterio y todo el arte que contenía y contiene.
Puede que en su excelente estado de conservación haya tenido algo que ver la disponibilidad del edificio bien acomodado entre otros de utilidad pública en el centro de Asís, y por supuesto el hecho de que en el siglo XVI se convirtiera en una iglesia, la de Santa María sopra Minerva. Papado de Paulo III.
Las acciones contra otros conjuntos históricos de su tamaño e importancia no le afectaron en los siglos que van del XV al XIX, los de las grandes destrucciones del patrimonio italiano. Sus piedras no fueron reutilizadas y su función religiosa la salvó de la piqueta.
Desandando el tiempo y descubriendo los testimonios que han sobrevivido y que hablan de los diferentes usos del Templo de Minerva, encontramos algunas claves. Así, en origen fue iglesia menor dedicada a San Donato, luego se convirtió en ‘casalino’, un pequeño oratorio, para pasar a manos de la orden benedictina y mantenerse como estancias de los monjes y como tiendas para el comercio de sus productos. En el siglo XIII, la parte alta del Templo de Minerva se adaptó como ayuntamiento de la ciudad y la parte baja fue usada como prisión local.
El Templo de Minerva está situado en la Piazza del Poppolo de Asís. El nombre de Minerva es un error que sin embargo se ha mantenido. Se dedicó originariamente al Hércules romano desde que se levantara en el año 30 aC. El error se debe a haber sido encontrada en su interior una escultura femenina que se atribuyó sin mucho sentido a Minerva. Una inscripción hallada después dejó claro que el titular del edificio no era otro que Hércules.
El edificio tiene su campanario, a pesar de su situación tan encorsetada entre otras casonas de su manzana. La que en Asís llaman ‘La Torre de las Personas’. El conjunto es un templo clásico de estilo corintio con sus columnas en ese estilo. Se levantó a instancias de dos magitrados romanos de la antigua Assisi, Cneo Cestio y Tito Cesio Prisco, que fueron los que financiaron la obra.
Fachada
El Templo de Minerva conserva la fachada original que debió dar en su tiempo al viejo foro romano de Assisi. En la fachada restan seis grandes columnas sobre pedestales que interrumpen la escalera de acceso. También se conserva el entablamento sobre las columnas encima de las que se alzan, a su vez, un friso y un frontón triangular.
Recientemente se ha descubierto un corto tramo del templo cerca del altar de la iglesia, en lo que corresponde al arco de una muralla. La zona no ha sido cubierta y los visitantes pueden verla con claridad. También aparecieron en obras interiores parte del pavimento romano antiguo y se localizó un muro en la terraza trasera del mismo origen.
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