Los británicos aman sus tradiciones. Por esa razón, las cultivan, las mantienen o se inventan otras nuevas con las que seguir alimentando ese gusto por lo genuino y lo chocante. Te invito a que descubras siete rarezas de Londres que te encantarán. Me gustaría empezar por contarte algo de una momia guardada en un armario:
-El esqueleto de Jeremy Bentham. En uno de los pabellones de la zona sur del University College de Londres hay un armario secreto que guarda un sorprendente invitado. Se trata de los restos del filósofo y reformador británico Jeremy Bentham (1748-1832). El cuerpo está momificado y la cabeza es su propio cráneo cubierto de cera con las facciones del filósofo. La última petición personal de Bentham fue que su cuerpo fuera diseccionado y lo que quedara se presentara conservado de esa manera.
-La nariz del Almirantazgo. En el arco situado más al norte del monumento del Almiralty Arch, el Arco del Almirantazgo, hay pegada una nariz de piedra que sobresale de la mitad de la altura de la pared. En Londres, hay muchas leyendas urbanas que intentan explicar porqué esa nariz está donde está. La más reconocida dice que un artista llamado Rick Buckley repartió en 1997 esas narices por todo Londres como forma de protesta por el incremento de las cámaras de vigilancia de televisión que se desplegaron en esas fechas por la ciudad. Una forma de decir que las autoridades estaban metiendo sus narices donde no les llamaban.
-La ayuda para montar de Wellington. En la parte este de St. James Waterloo Place, en el centro de Londres, hay colocado un pequeño bloque de cantería blanca. Lo ordenó poner allí el duque de Wellington en 1830 para ayudar a montar a caballo a las personas de edad avanzada o los que fueran cortos de estatura.
-El refugio de Einsenhower. En el subsuelo de la zona que va desde los aledaños de Tottenham Court Road a la parada de metro de Goodge Street se esconden ocho refugios subterráneos de la Segunda Guerra Mundial. Tenían una capacidad para 8.000 personas y su tamaño se incrementó al doble en los días previos al Desembarco de Normandía, en junio de 1944. Una de las entradas al refugio está en Chenies Street, cerca de la intersección con North Crescent. Este lugar cambió su nombre por el de Eisenhower Centre en honor al jefe aliado durante la guerra.
-Bedeles de Burlington Arcade. Burlington Arcade es un pasaje de tiendas de Londres, selecto, que fue inaugurado en 1818. La zona tiene su propia jurisdicción de seguridad. Y en ella, unos bedeles ataviados con uniformes eduardianos cuidan que se guarden las formas. No se puede cantar, no se puede silbar, no se puede tocar música, no te permiten abrir un paraguas… Los bedeles están ahí para recordarte las normas.
-Las campanas de la Iglesia del Santo Sepulcro. Las campanas de la Iglesia del St. Sepulchre without Newsgate, cerca de Old Bailey, son famosas. Durante siglos, la gran campana de la torre de la iglesia se usó para anunciar las ejecuciones de la cercana Prisión de Newsgate. Durante los siglos XVII al XIX, un responsable del templo hacía sonar una pequeña campana en la puerta de las celdas de los condenados a muerte. A medianoche del día anterior a la ejecución. La finalidad era recordar a los reos que debían encomendar su alma a Dios.
-Asiento del barquero. En la zona sur del río Támesis, en Bankside, no muy lejos de donde se levantaba el Globe Theatre, hay un asiento tallado en la pared de un edificio singular. Se trata del lugar donde debía acomodarse el barquero que hacía los traslados fluviales en aquella zona del río y de un margen a otro. El equivalente de una parada de taxis actual. Allí sentado, el barquero esperaba a su clientela.
Rarezas de Londres. Lugares auténticos de Londres que difícilmente encontrarás en una guía de mano de la capital británica. Curiosidades como las que podrás descubrir en los tours de Londres que te ofrece el portal Viajaalondres.com, pica en el enlace para verlos con detalle: www.viajaralondres.com
