Ciaoo, ia sonno a la Italia! No perdí el avión, solo que he estado unos días de ruta…

 Del aeropuerto Galilleo Galilei directa a Filettole (Pisa), donde pasé la primera noche. La hora de llegada fue perfecta para l’aperitivo, y para la cena una auténtica carbonara.

 

La mañana siguiente no existió, pero de cara al atardecer nos fuimos a Livorno. Por el camino me encontré con un dato muy curioso. Miles y miles de hectáreas cercadas al lado de las vías del tren. Es una base americana creada al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Quince mil yankies viven ahí dentro. Alucinante.

La tarde fue cayendo, y cuando llegamos a Livorno había una luna que parecía un sol. Dimos un paseo por el barrio de Venezia (Quartiere di Venezia), como ya indica su nombre, al estilo veneciano. Aunque se recomienda ir por ahí en el mes de agosto, se presta más para una noche de verano.

Seguimos la ruta y subimos las colinas hasta Gabbro, donde nos encontramos con unos amigos que viven en lo más alto de la colina. Rodeados de animales y vegetación. Pasta con espárragos y unas crujientes alcachofas fueron el menú, sin olvidar el vino tinto toscanés Morellino di Scansano. Pasamos ahí la noche.

Por la mañana nos despertamos en le medio de la tranquilidad. Un buen café nos despertó, lástima que el sol no nos acompañó, pero da gusto encontrarse con la naturaleza. Les dimos de comer a las ovejas y a la cerda que viven ahí. Después miramos los coloridos papagayos y algunos otros pájaros. Todo alrededor de la casa.

Reemprendemos la ruta. ¡Ah! Nota importante para los amantes de los antaños, en una callecita de Gabbro hay unos antiguos surtidores de gasolina, interesantes para sacarles unas fotos.

Seguimos la ruta pasando por Luciana, Acciaolo y Laura. Luego en Lorenzana paramos comer. Había un bonito porche con unas vistas agradables del restaurante La Fraschetta. Comida casera típica de la Toscana. Un crostone con queso y lardo di Colonnata (grasa de cerdo), con unas salsas para acompañar de: trufa y setas, tomate picante y crostino toscano (hígado y cebolla). Una sopa de farro (cereal entre arroz y trigo) con alubias y porcini  (setas). Vino de la casa di San Gimignano y un buen espresso. Todo por 33 euros. Lo recomiendo.

Colinas, subidas y bajadas. Se asoma un poco el sol. Nos dirigimos al lago de Santa Luce, donde de camino nos encontramos con algunas de las estaciones de tren abandonadas.

Tomamos la Provinciale 43, pasando por Orcianno y Casciana Terma, hasta llegar a Lari. Lari es un pueblecito con un castillo, el Castillo de Lari. Un paseo por sus estrechas y adornadas calles y una birrita en una terracita. Volvemos a la carretera, directos a casa.

A la mañana siguiente, Firenze.

Lago de Santa Luce
Lago de Santa Luce

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/it/florence.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Traslados Aeropuerto y todo lo que puedes hacer en la Toscana: http://www.guias.travel/ver-tours/?Toscana/d206-ttd
Alquilar un Coche para recorrer la Toscana: http://www.guias.travel/alquiler-de-coches/
Guía de la ciudad de Florencia con todo lo necesario para el viaje: http://www.florencia.travel/

Autor

Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universitat Internacional de Catalunya (Barcelona)/ Universidad Austral (Buenos Aires)

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