Muchos lugares del mundo se definen por un nombre principal, propio o por un calificativo. Es como una especie de marca que funciona maravillosamente bien para comercializar un destino turístico, pero que también se comporta con un valor negativamente reduccionista.

Así, China es, para mucha gente, Pekín, su Ciudad Prohibida y La Muralla; París para otra gente que no viaja mucho la Torre Eiffel; Berlín su Puerta de Brandenburgo y Nueva York tres, cuatro, cinco lugares emblemáticos que nos han descubierto las series de televisión y el cine. Nos quedamos con los nombres que nos suenan.

¿Y Mallorca? Nuestra Mallorca. Sí, playas, calas, aguas cristalinas, Mediterráneo ¿y qué más? Para otra mucha gente, poco más, si alguna vez han considerado que hay algo más.

A todos los que se han quedado en el sólo playas, probablemente les sorprenda encontrar una Mallorca romana. Con restos romanos de gran valor para la comprensión de la extensión de aquella civilización clásica y su modelo de colonización.

Pero ¿dónde está lo romano en Mallorca? Los restos principales que más definen el paso de los romanos por la isla de Mallorca los encontramos en el sitio de Pollentia, que no Pollensa, en Alcudia, al noroeste de la isla.

Se trata de una extensión de ruinas visitables que están mejor conservadas que las de la otra población principal, que no capital romana insular de su tiempo, Palma de Mallorca.

Las ruinas de Pollentia fueron lugar de asentamiento de una expedición fundadoora romana en el 123 AC que asentó gente de la mano de un cónsul, Quintus Caecilius Metellus. La ciudad romano mallorquina no era precisamente pequeña, cubría un área de casi 20 hectáreas, un área cuadrada de casi medio kilómetro de lado.

La ciudad tenía su foro, como no podía ser menos, su puerto, por supuesto, y viviendas de diferente condición. Murallas, talleres, casas señoriales, una calle techada para cubrirla del sol y del frío, probablemente como lugar de mercado de su comarca, un teatro y un templo capitolino dedicado a Minerva, a Juno y a Júpiter.

Pollentia era el hogar de dos millares de habitantes dedicados en su mayor parte a las industrias y el consumo local, pero muy especialmente para la exportación. Roma necesitaba de sus colonias para mantenerse  viva y pujante y su red de factorías en el extranjero vivía de su aprovisionamiento.

Te recomiendo que redescubras la Mallorca romana en tu próxima visita a la isla. Tienes a tu disposición un centro de interpretación en un museo monográfico de Pollentia en Alcudia, junto a la Iglesia de Sant Jaume. Toda visita incluye conocer tres casas romanas, las de Casa dels Dos Tresors, Casa del Cap de Bronze y Casa Nord-oest. Seguro que descubres la isla de otra manera.

Para todo lo demás, para visitar Mallorca y encontrar alojamiento y para conocer mucho más de su patrimonio natural y cultural, una dirección web www.hotelesenmallorca.com Todo al alcance de un click.

Para descubrir la Alcudia de Pollentia y sus otros tesoros, una sección de esa web, pica en el enlace, http://www.hotelesenmallorca.com/?page=alcudia.php . Seguro que te ayudará a organizarte en tu próximo viaje a Mallorca.

Roma también existe… en Mallorca.

Ruinas de Pollentia.
Ruinas de Pollentia.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?region/es/mallorca.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Actividades y cosas para hacer en Mallorca: http://www.guias.travel/ver-tours/?Mallorca/d955-ttd
Guía de Mallorca en: http://www.hotelesenmallorca.com

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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