El Magere Brug, ‘El Puente Delgado’ de Ámsterdam, es considerado por muchos como el paso sobre los canales más hermoso de la ciudad y de todos los que cruzan el río Amstel. Y éso que la capital holandesa suma más de 1.200 puentes. El puente está situado entre los canales de Prinsengracht y Keizersgracht .
La Plaza Dam ha sido durante mucho tiempo un lugar de concentración de palomas, de turistas y de vecinos de Amsterdam. Se trata de una plaza con mucho encanto, con más historia y de visita obligada en cualquier viaje a la capital de Holanda.
La Oude Kerk (Iglesia Vieja) es el templo más antiguo de Ámsterdam. Su historia se remonta al siglo XIV. Lamentablemente, la mayor parte de su decoración fue destruida durante el tiempo de la Reforma, cuando los calvinistas eliminaron las esculturas y todos los adornos del templo.
A Ámsterdam, por sus canales, la llaman la ‘Venecia del Norte’. Los canales de Ámsterdam no sólo son un atractivo principal de la capital holandesa, también es una forma perfecta para recorrer la ciudad y conocerla. Para disfrutar de una ciudad con una mentalidad abierta que es todo un referente de la cultura europea.
Los quesos holandeses tienen fama por su calidad tan homogénea, por su consistencia y por su aspecto peculiar amarillo y por su sabor. Decir queso holandés es imaginar a los Gouda, Edam o Maasdam tradicionales.
El secreto de esa calidad está en los prados en los que pacen las vacas, tierras arcillosas de hierbas siempre frescas y húmedas. Los holandeses ya hacían esos quesos en el 800 AC, lo dicen los arqueólogos, y Julio César, hace más de dos mil años, ya decía que aquellas tierras bajas producían buen queso. Entre nosotros, creo que Julio César fue el primer bloguero que escribió sobre las costumbres de Holanda y para su público romano.