La Sainte-Chapelle de París fue creada originalmente para guardar los tesoros religiosos del rey Luis IX de Francia. En su momento, fue conocida como ‘La Escalera al Cielo’. Es una de las muestras más increíbles de arquitectura medieval.
La Sainte-Chapelle está situada en el centro de París. Fue, como te digo, levantada en tiempos de Luis IX, en 1241. La idea del rey era crear un lugar a la altura de dos de sus reliquias más queridas, una corona de espinas de Jesucristo y un fragmento de la Vera Cruz. Ambas reliquias las había adquirido el monarca dos años antes al emperador bizantino Balduino II. Luis IX había pagado una buena cantidad por ambas reliquias, casi cuatro veces lo que iba a costar construir la capilla en la que se mostrarían los restos. No obstante, en fechas posteriores se añadieron algunas reliquias más a la colección.
El diseño de la Sainte-Chapelle se atribuyen al arquitecto Pierre de Montreuil, que también había creado diseños para Saint-Denis y parte de la catedral de Notre Dame. A diferencia de otros proyectos, la obra se terminó en apenas seis años.
Considerada como un ejemplo perfecto del estilo Rayonnat de la arquitectura gótica, como se lo conoce en Francia, la Sainte-Chapelle mide 36 metros de altura, 17 metros de ancho y 42,5 metros de altura. Tiene una sola nave y culmina en una cabecera en seis segmentos. A pesar de la aparente ligereza de su interior, el las paredes del exterior están dominadas por pesados contrafuertes. Sus muros, a medida que ascienden a la parte superior del edificio, se van haciendo ligeros y más ligeros.
El tejado de pizarra está rematado por una aguja de cedro de 33 metros de altura que fue confeccionada en el siglo XIX, y que es una réplica exacta de la que existía sobre la capilla en el siglo XV.
Revolución Francesa
La Sainte-Chapelle sufrió muchos daños durante la Revolución Francesa. Algunas partes de la capilla, muebles y algunos asientos desaparecieron para siempre. El órgano fue trasladado a otro lugar y las reliquias fueron llevadas a diferentes localizaciones, muchas de ellas sin dejar rastro. Las piezas sagradas que fueron recuperadas se pueden ver hoy en Notre Dame.
Consagrada por el legado del Papa, Eudes de Châteauroux, en abril de 1268, la capilla superior es un increíble ejemplo de la arquitectura gótica eclesiástica. Se trata de la parte del edificio que albergaba las reliquias y que fue reservada para el rey, para sus amigos y para su familia, la capilla superior es, desde luego, una obra de arte. Los visitantes se suelen maravillar por las largas y espigadas vidrieras y por las maravillosas imágenes de los doce apóstoles.
Las vidrieras cubren un total de 600 metros cuadrados de superficie y dos tercios de ellos siguen siendo los originales del siglo XIII. El rosetón occidental, sin embargo, es algo posterior, se hizo a mano en el siglo XV. Las ventanas se retiraron brevemente durante el siglo XIX y nuevamente durante la Segunda Guerra Mundial para protegerlos de cualquier daño. Tras la guerra, se volvieron a instalar en su lugar con mucho cuidado.
La capilla inferior está dedicada a la Virgen María y, en su momento, fue reservada para el personal del rey. Tiene un diseño algo más sencillo. Incluye un techo abovedado que aparece pintado con estrellas para parecer un cielo nocturno. Las columnas con forma de arco que están decoradas con medallones, representan a los Doce Apóstoles. Las columnas también están adornadas con el motivo de la francesa flor de lis. Los visitantes de la capilla inferior también pueden ver las lápidas de algunos de los religiosos que prestaron servicio en ese mismo lugar.
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