Algunos elementos del mobiliario urbano y de la escenografía ciudadana parecen que tienen ruedas. Se mueven. Si no, que se lo pregunten a quienes conocen la historia de Londres. En ella, una aguja de una iglesia, la imagen de un toro que hizo marca en una taberna antigua y una vieja puerta de la capital hacen honor a esa movilidad. Te cuento sus historias:

– La Aguja de St. Antholin. En el barrio de residencial de High Sydenham, hay un adorno de jardín muy extraño. Se trata del remate de la torre de la Iglesia de St. Antholin, obra del arquitecto Wren.

Originariamente, el templo fue dedicado a St. Anthony, pero resultó totalmente destruido en el Gran Incendio de Londres de 1666. Posteriormente reconstruido, sus obras concluyeron en 1682. En lo alto de la iglesia se acomodó un chapitel que fue uno de los orgullos de Londres en la zona de Budge Row y Sise Lane.

La iglesia fue finalmente derruida en 1875 para dar paso a la vía de Victoria Street. Sin embargo, la aguja del templo se rescató y se vendió por cinco libras. El comprador la transportó en carro y la colocó en el jardín trasero de su casa en Round Hill House que desapareció hace mucho tiempo. No obstante, la aguja sigue en el lugar en el que se instaló. El jardín es ahora una pequeña urbanización y muchos residentes no saben del valor de la pieza.

Un toro negro en Londres

– Black Bull. Es una escultura de un toro negro modelado por un tal Abdías Pulham en siglo XIX, en Woodbridge, en Sufolk, e instalada como reclamo publicitario de una taberna, la ‘Black Bull Inn’, en la esquina de la calle Leather y Holborn. La figura del toro fue traída a Londres en una barcaza por el Támesis y permaneció en el lugar hasta que la taberna fue demolida en 1904.

La imagen se salvó de desaparecer también porque fue adquirida por una firma de abogados, la Bull & Bull, que la colocó en la entrada de sus oficinas hasta que también esta construcción cayó bajo la piqueta. Por último, el toro acabó en la King Street donde está adornando un pub, el Ravenscourt Arms. No se puede decir que en su lugar actual llame mucho la atención.

– Temple Bar. La Temple Bar era una de las puertas de Londres. En su momento, estaba situada en Fleet Street. Y ya se la nombra en escritos antiguos fechados en 1293. Era la última puerta de Londres que desapareció de su lugar original. La de Temple Bar, para ir a parar al Theobalds Park de Hertfordshire.

En 2004, la Corporación de Londres reclamó la obra que fue traída para acomodarla en uno de los accesos de la reestructurada zona del Strand, muy cerca de la Catedral de San Pablo. El traslado costó tres millones de libras de 2004. En la estructura de la puerta, se pueden ver cuatro estatuas de monarcas británicos: Carlos I, Carlos II, Jacobo I y Anne de Dinamarca, obras del escultor John Busnell que fueron restauradas en su momento.

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Temple Bar.
Temple Bar.
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Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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