Las mejores vistas de Barcelona las tienes en los lugares clásicos. Desde El Tibidabo, desde Montjuich o, por ejemplo, desde Vallvidrera. Sin embargo, hay otra menos popular, menos conocida que supera a cualquier otra ¿Conoces los búnkeres del Carmel? Pues ahí las tienes. Te cuento algo del lugar y de su conexión histórica.
El lugar con las mejores vistas de Barcelona está situado en la parte más alta del Turó de la Rovira. Se construyeron durante la Guerra Civil Española, en 1938, para defender la ciudad de los bombardeos aéreos. En ese año, Barcelona fue bombardeada más de doscientas veces.
En el emplazamiento se montaron cañones antiaéreos de 105 milímetros en una serie de plataformas hechas de hormigón y mampostería. El sistema de búnkeres era una prolongación de otro eje de la defensa antiaérea ya existente que se consideraba insuficiente, el de San Pedro Mártir.
El sistema de búnkeres del Carmel incluía también instalaciones para alojar a la tropa que hacían de sirvientes de las piezas, pero igualmente almacenes y polvorines para la munición.
En las décadas de 1940 y 1950, los búnkeres fueron abandonados por los militares, pero más tarde serían el hogar de algunos de los vecinos que se instalaron en la zona del Turó de la Rovira y que vivían en condiciones infrahumanas. Hasta 480 chabolas y barracas llegaron a montarse en el entorno de los búnkeres.
Con el tiempo, y gracias al esfuerzo de los residentes vinculados a la Asociación de Vecinos del Carmel, estos residentes llegaron a disfrutar de agua corriente y beneficiarse del sistema de recogida de basuras de la ciudad. Con la designación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos de Verano de 1992, los vecinos fueron realojados en los conocidos popularmente como ‘pisos verdes’ en la zona de la Curva de la Pera en Can Baró. Derribándose la mayor parte de las chabolas.
La zona de los búnkeres del Carmel fue remodelada en 2000 para que los turistas pudieran disfrutar del entorno y de las vistas con comodidad y seguridad. Se instalaron una serie de paneles explicativos y se propuso combinar las visitas con las de un asentamiento arqueológico ibérico situado a muy poca distancia.
Las baterías antiaéreas de los búnkeres del Carmel son parte del Patrimonio Histórico Español, y, por tanto, elementos constructivos protegidos, desde 1985.
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