Nápoles es una ciudad del sur de Italia, más seca. Pero eso no quiere decir que Nápoles no sea algo exuberante ¿Una contradicción? No, en absoluto. Los napolitanos han trabajado durante décadas para conformar entornos verdes que permitieran mitigar el calor del sur y recrear naturalezas a pie de calle en forma de parques y jardines.
Nápoles tiene en la actualidad 33 jardines históricos y diferentes parques públicos que son un respiro para unos ciudadanos sometidos al ritmo de una ciudad siempre congestionada.
El más importante de todas las zonas verdes de Nápoles es, sin duda, el de Capodimonte, por extensión. Y es que cubre un área de 134 hectáreas. El parque está rodeado de edificios históricos impoortantes del siglo XVIII entre los que destaca el Palacio de Capodimonte.
El gusto por parques y jardines comenzó en Nápoles en tiempos de la Ilustración. El rey Fernando IV fue el artífice de una revolución en el planeamiento de la ciudad, la llamada entonces, Villa Real de Nápoles. Guiado por el paisajista Carlo Vanvitelli, el rey intentó dar un aspecto ennoblecido a la ciudad. Se creó un paseo marítimo, sus zonas verdes se llenaron de fuentes y de árboles exóticos, las avenidas se ensancharon y las estatuas clásicas, reproducciones de las antiguas, salieron también a la calle para decorar.
Una vista particularmente seductora a un espacio verde de Nápoles es la que se puede girar al Parque de Virgilio en Posillipo, también conocido en inglés como ‘Remembrance Park’, donde se alza la tumba del escritor y se organizan, o se desorganizan, diferentes cavidades en forma de túnel.
En el Parque Virgilio se puede ver al mismo tiempo las islas de Procida, Ischia y Capri, la isla de Nisida en el Golfo de Pozzuoli, la ermita de Camaldoli, el Golfo de Bacoli, el Monte Procida, el Vesubio y un trozo largo de costa, así como la península de Sorrento, la Bahía de Trentaremi con sus restos arqueológicos y el mismo centro histórico de Nápoles. Todo en uno.
Otro espacio verde curioso de la ciudad es el de la villa Floridiana el Vomero, cuyo parque fue creado en 1817 por Antonio Niccolini y Dehnhardt con toda suerte de estatuas neoclásicas, de ruinas falsas, de espacios boscosos y barrancos y que incluye un teatro al aire libre, un jardín botánico real, encargado por los Borbones y aprobado por José Bonaparte en 1807, durante el gobierno de Napoleón.
Este parque ocupa en la actualidad una superficie de 12 hectáreas de terreno en el que se pueden ver 25.000 variedades de plantas diferentes dispuestas al aire libre o en invernaderos.
En la colina de Camaldoli, hay otro parque napolitano, el segundo en extensión. La zona verde ocupa todo el norte de la ciudad, sigue hacia el oeste y enlaza con el Parque de Poggio ai Colli Aminei.
Además de los espacios verdes, Nápoles cuenta con una zona marina protegida con 42 hectáreas de superficie en la costa norte de la ciudad. Se trata del Parque Sumergido Gaiola, un raro ejemplo de parque arqueológico bajo el agua en el Mediterráneo. El parque se encuentra en lo alto del promontorio de Posillipo y alrededor del islote de Gaiola. En él se unen valores ambientales significativos con restos arqueológicos de la época romana, sumergidos durante siglos como consecuencia de un hundimiento progresivo de la costa conocido como bradyseismo negativo que ha hundido esta parte de la costa napolitana unos seis u ocho metros.
Si quieres conocer esta huella verde de Nápoles una recomendación, un tour en Roma y extendido a las ciudades cercanas como Nápoles, como el que te ofrece el portal Viajararoma.com. Pica en el enlace para ver todos los detalles:
http://www.viajararoma.com/ciudades-para-visitar-cercanas-a-roma/napoles/
Recursos para el Viaje:
Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/it/rome.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Roma: http://www.guias.travel/ver-tours/?Roma/d511-ttd
Guía turística de Roma: http://www.viajararoma.com
