Trafalgar Square es una de las zonas más emblemáticas del centro de Londres. Miles de personas acuden cada día de paso, otras a visitar el lugar para acercarse a un espacio que tiene mucho de museo al aire libre, pero también para encontrarse en un lugar que es un meeting point perfecto.
No sé si conoces el curioso caso del Millenium Bridge de Londres. El Puente del Milenio de Londres si se hubiera construido en otra época se habría considerado como un paso sobre el Támesis endemoniado y tal vez lo hubieran echado abajo a las primeras de cambio.
Londres vive en estos últimos años una eclosión urbanística marcada por la construcción de grandes edificios tan sorprendentes como rabiosamente originales. Conjuntos que se han convertido en atractivos de la capital británica. Uno de ellos es el ‘The Shard‘.
Creo que los pueblos se describen a sí mismos en los monumentos conmemorativos que levantan. Y más aún si se erigen de entrada para ser símbolos. Si quieres viajar a Londres y te apetece conocer como se veían los británicos de la época victoriana a sí mismos, te animo a que te pases por el Victoria Memorial.
El viajero que quiere visitar Londres tiene la impresión de que la ciudad se extiende en una llanura junto al Támesis y que para ver Londres hay que subirse a los edificios altos. Pero no, no es así, Londres, es cierto, se extiende sobre una extensión llana pero esa llanada se rompe ocasionalmente alguna elevación reseñable. Pocas, pero las justas, para convertirlas en un atractivo urbano singular.
Londres tiene muchas originalidades que no agotan ese sentido tan británico que se deja llevar por lo inusual. LLámalo como quieras. El gusto británico por lo excéntrico es inagotable, otra cosa es ver todo lo que hay en Londres que resulta chocante. Éso sí es agotante.