El Trabant fue un coche utilitario oficial producido en la Alemania Democrática entre 1957 y 1991 que representó un máximo en la producción industrial de aquel país. Hoy es pieza de coleccionistas y centro de todo un delirio del tuneado de coches raros que fascina a muchos aficionados a las cuatro ruedas.
Un coche pequeño, diminuto, con líneas antiguas que, en teoría, tenía capacidad para cuatro adultos, y que era la risa de los alemanes del oeste. El utilitario Trabant era todo un prodigio de la contaminación y de la ineficiencia técnica, producía entre cinco y nueve veces más contaminantes que un coche normal de su tamaño en Occidente y, por si fuera poco, su consumo de combustible era privativo.