Waterloo Place es una zona Londres en Regent Street que parece un museo al aire libre. El lugar está lleno de monumentos conmemorativos, de estatuas que elogian hechos y a personalidades del Imperio Británico. Waterloo Place está ubicado en una zona rodeada de edificios palaciegos del arquitecto victoriano John Nash y otros de Decimus Burton, todos conjuntos protegidos.
En realidad, Waterloo Place fue concebido como una especie de avenida triunfal que debía conectar la zona de Regent Park con Pall Mall. El espacio comenzó a edificarse para convertirse en un santuario nacional a cielo abierto en la década de 1820. El diseño original de la urbanización de Waterloo Place fue completado en 1810 por el mismo Nash.
Sin embargo, no todo resultó sencillo en el planeamiento inicial. Para poder construir la avenida fue necesario echar abajo la Carlton House, la residencia del rey Jorge IV en Pall Mall. La residencia se interponía en la prolongación de la avenida. Pero hubo un golpe de suerte inesperado, tras la muerte del rey en 1830, su hija, la reina Victoria, cambió de residencia en favor del Buckingham Palace. Finalmente Carlton House fue demolida.
En el lugar del palacete, se levantaron dos edificios pareados, los Carlton House Terraces. Entre ellos, se acondicionó una escalera monumental que debía conducir desde Pall Mall a una extensión abierta que se denominó a partir de 1815 como Waterloo Place en conmemoración de la Batalla de Waterloo en la que fue derrotado Napoleón en 1815.
Las Carlton House Terraces son dos largos edificios de 140 metros de longitud. El del oeste es la residencia oficial de la embajada alemana, su interior fue diseñado por Albert Speer, el ministro de armamento y producción de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
En el exterior, y esto es una nota curiosa, se encuentra la tumba de Giro, un pastor alemán del embajador que murió electrocutado accidentalmente al morder unos cables eléctricos en la embajada en 1934. En la lápida se puede leer ‘Ein treuer Begleiter’ (‘Un compañero fiel’).
Aunque los edificios pareados de Waterloo Place fueron diseñados por Nash, la construcción efectiva del conjunto corrió de la mano de Decimus Barton.
El edificio que está situado en el lado noreste acoge al Instituto de Administración británico que tiene enfrente al Ateneo. El Ateneo es una construcción de corte clásico que está decorada con un friso azul y blanco y que se inspiró en el Partenón de Atenas. En su pórtico se puede ver una estatua dorada de Palas Atenea.
Esculturas en la calle
Lo dicho, Waterloo Place está adornada, ilustrado, con una importante cantidad de estatuas y monumentos. El más llamativo es la Columna del Duque de York de 34 metros de altura, una columna de granito dedicada a Federico, duque de York y Albany. El monumento fue levantado entre 1831 y 1834 bajo un diseño de Benjamin Dean Wyatt. El duque de York es conocido por la obra de reforma del Ejército británico, pero también por una canción de cuna británica muy popular y cantada y contada en la época victoriana.
En la zona norte de Waterloo Place se levanta el Crimea Memorial War, el monumento que recuerda a los más de dos mil caídos británicos en la Guerra de Crimea, entre los años 1854 y 1856. El monumento fue diseñado por John Bell y se colocó en su lugar en 1860. Está compuesto por un zócalo sobre el que se levanta una estatua alegórica del Honor hecha en bronce y con el metal de los cañones rusos capturados durante la contienda.
Frente al monumento de la Guerra de Crimea, se levanta otro en honor de Florence Nightingale, una dedicada enfermera que organizó la asistencia sanitaria a los soldados en aquella guerra. Los reporteros de guerra enviados a Crimea describieron las horribles condiciones sanitarias a las que se sometía a los soldados británicos en la zona. Situación que obligó a Sidney Herbert, secretario de la Guerra, a organizar el primer cuerpo de enfermeras de la historia al frente del cual estuvo Nightingale.
Florence Nightingale fue conocida como la ‘Dama de la Lámpara’ y así, como una luz en la mano es como se la puede ver en la escultura conmemorativa. Junto a la enfermera, se encuentra la imagen del ministro Herbert también en bronce.
La última de las grandes esculturas históricas en la calle de Waterloo Place es una estatua ecuestre del rey Eduardo VII fundida en 1912 y obra del artista australiano Bertram Mackennal. El monumento debía formar parte de una construcción conmemorativa mucho más amplia. Los planes para ampliar el monumento fueron suspendidos por Jorge V, hijo y sucesor de Eduardo VII.
Otras esculturas menores, pero no menos importantes de Waterloo Place, son las John Fox Burgoyne, un militar que luchó en la Guerra de la Independencia española y en la de Crimea; la del entierro de John Franklin, explorador ártico británico; la de Colin Campbell, héroe del Asedio de Lucknow de 1857; la del mando de aviación neozelándés, Keith Park, héroe de la defensa de Londres en la Segunda Guerra Mundial; la de Robert Falcon Scott, otro gran explorador, antártico, y la de John Lawrence, recordado por sus hechos en el Motín de la India de 1857.
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