Hay ciudades que se disfrutan en sus detalles. Y no tienen por qué ser elementos excepcionales, la sensibilidad de todo viajero verdaderamente atento a los pormenores es parte del disfrute de una inmersión turística en el lugar de destino. Si este comentario te parece inconcreto, te pongo un ejemplo muy real de una experiencia con lo pequeño, con las tejas de Segovia.

Los segovianos colocan las tejas árabes tradicionales aparentemente al revés sobre los tejados de las casas antiguas o las que recrean las formas tradicionales. Esa disposición diferente le da a las cubiertas un aspecto extraño, poco común, pero muy original.

En una de mis visitas a Segovia pregunté por las tejas y el motivo de darles la vuelta. Y si te digo la verdad, tuve que preguntar mucho para encontrar la respuesta verdadera. Unos vecinos me dijeron que la cosa venía de antiguo y que tenía que ver con los impuestos.

Sin embargo, no acabé de entender qué relación había entre pagar y volver del revés una pieza importante de la protección de las casas. Lo cierto es que ellos tampoco supieron decirme y me dio la impresión que esa explicación es una  leyenda urbana multicopiada.

Otros me explicaron que la fórmula permite recoger mejor la lluvia, otros me mentaron la nieve y su peso, que las tejas dispuestas así encauzan, en el caso del agua, y soportan mejor, en el de la nieve y el hielo. Como si los tejados de teja normales no hicieran lo mismo.

Finalmente, un arquitecto de patrimonio me dio la respuesta. Fíjate. Los tejados segovianos a la antigua se hacían con soportes de vigas de madera transversales que aguantaban todo el peso de la techumbre. Sobre ellos, se colocaban tablas de ripia, que no eran más que maderas mal trabajadas, de desecho o reutilizadas que se colocaban, a su vez, en sentido transversal a las vigas.

Sobre estas tiras de madera se colocaba una tierra fina apelmazada que se empapaba y se hinchaba cuando llovía, probablemente arcillas expansivas. Estas arcillas son muy impermeables y la forma tan extraña de las disposiciones de las tejas contribuía a que el agua pasara para crear el proceso de impermeabilidad.

La experiencia debió indicar desde antiguo que las cobijas, las tejas vueltas hacia abajo y sobrepuestas se movían de sitio o simplemente echaban a volar con vientos y temporales y que poco uso se le podía dar en el clima segoviano. La solución fue –y con mucha sabiduría- eliminar las cobijas y dejar las tejas aparentemente del revés. Dicho.

Si quieres comprobar cómo traman los segovianos sus tejas te invito a un paseo por la calle Mayor de Segovia capital y mirar los tejados y descubrir todo lo que te he comentado.

Por cierto, la calle Mayor de Segovia no existe. No es broma. Te explico la gracia. Todo el mundo, segovianos incluidos llaman a la calle principal como mayor, pero en realidad esa denominación no está en el callejero, porque la calle en realidad son tres, las de Juan Bravo, Isabel La Católica y la de Cervantes.

La visita a la ciudad de Segovia puede ser parte de una encantadora excursión de un sólo día a los alrededores de Madrid. Te dejo una referencia, un enlace a un apartado de la web www.viajaramadrid.org con la que podrás armar tu viaje a Segovia para una experiencia de tejados al revés. Si gustas, sigue el enlace: http://www.viajaramadrid.org/?page=segovia.php

 

Tejas en Segovia.
Tejas en Segovia.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/es/madrid.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Madrid: http://www.guias.travel/ver-tours/?Madrid/d566-ttd
Guía Turística de Madrid: http://www.viajaramadrid.org

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

2 Comments

  1. Maria Teresa Galindo Reply

    En realidad, los segovianos no le llaman calle Mallor sino calle Real y como bien dicen no existe en el callejero la calle Real, sino las otras tres

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