La ciudad de Giverny es conocida por los famosos jardines de Monet. Jardines que el pintor retrató con pasión en ese retiro cercano a París. La casa en la que vivió y pintó es hoy un centro mundial de la historia del impresionismo. Pero pocos visitantes saben que en la misma Giverny vivió Adolphe Guillemard, un ingeniero agrícola francés que sintió con idéntica pasión un espíritu coleccionista muy, muy especializado. Es el Museo de las Máquinas Naturales de Giverny.
Durante muchos años, Giverny fue una meca para los pintores impresionistas y expresionistas que dieron fama a la pintura francesa de los siglos XIX y XX. Giverny se enorgullece de esas atenciones de los artistas.
Giverny es una localidad situada en la región francesa de la Alta Normandía y a unos 80 kilómetros de París. Giverny es famosa por su relación con el pintor Claude Monet que vivió y pintó en la localidad. Un museo lo recuerda.
“En este pueblo con encanto, la luz es especial como en ningún otro lugar”, decía el artista impresionista Claude Monet refiriéndose a Giverny, hermoso sitio que le inspiró en la creación de sus magníficas obras. La localidad de Giverny se halla en la Alta Normandía, región francesa ubicada al noroeste de Francia. Este atractivo pueblo, situado en la orilla derecha del río Sena y que cuenta con tan sólo unos 500 habitantes, destaca especialmente por su belleza natural y paisajística y sobre todo por haber sido el hogar y lugar de inspiración del maestro impresionista Monet, que llegó aquí por primera vez en 1883, hasta su muerte en 1926.
Todos hemos encontrado algo cuando hemos llegado por primera vez un lugar que nos ha fascinado en un viaje previsto o que no hemos organizado. Encontrar algo que descubrir es fácil, todo depende de nuestra sensibilidad, como sencillo resulta perder algo de lo que llevamos cuando viajamos.
Los objetos perdidos, en el mejor de los casos, acaban en una oficina. Las hay en estaciones de trenes, en aeropuertos y en las dependencias policiales. Pero ninguna tiene tanta fama como la que la gendarmería de París convirtió en su día en museo, el Musée du Service des Objets Trouvés, al que también se le conoce como Petit Musée des objets trouvés.