Francia ha sido la cuna de muchos pintores mundialmente conocidos y
que formaban parte de importantes corrientes pictóricas, como el impresionismo. Muchos de ellos establecieron su residencia en
nuestro país vecino, especialmente en París y sus alrededores, atraídos por su gran desarrollo cultural y por la atmósfera bohemia de la ciudad. En el siglo XIX París era considerada centro artístico de Europa.
Muchas obras de corriente impresionista han tenido como escenario y se han inspirado en la ciudad de París y la Isla de Francia. Artistas como Monet, Sisley, Pissarro, Cézanne,Van Gogh o Manet crearon un movimiento pictórico centrado en estos lugares. Desde Van Gogh en Auvers-sur-Oise, Manet, Monet y Pissarro en Montmartre o Renoir en Chatou, entre otros.
Si nos centramos en la vida y trayectoria del pintor holandés Vincent van Gogh, sus pasos nos llevarán en un primer momento hasta París, donde se trasladó en 1868 (aquí aprendió a pintar retratos y usar el color) y periodo en el que pintó al menos veinte autorretratos.
Van Gogh no era feliz en la ciudad, no le gustaba la vida aquí y esto le afectaba a su salud y a su estado de ánimo. Se alejó de París para seguir buscando su inspiración y lograr que su salud mejorara. Se trasladó a Arles, una ciudad del sur de Francia y posteriormente fue a parar un día, en mayo de 1890, al pueblo rural Auvers-sur-Oise (proveniente del asilo de Saint-Remy de Provence). Este lugar está ubicado a unos 30 kilómetros al norte de París, en el departamento del Valle del Oise y región de la Isla de Francia.
En Auvers-sur-Oise fue donde el pintor pasó sus último días, alojado en el Hostal Ravoux, donde el artista ocupó la habitación número 5. Anteriormente, fue una tienda de un comerciante de vinos y un restaurante inaugurado en 1876. Durante su corta estancia en el pueblo Van Gogh no paró de crear, realizando unas setenta y dos pinturas, treinta y tres dibujos y un grabado, destacando por ejemplo su obra «La Iglesia de Auvers-sur-Oise» que se encuentra actualmente en el Museo de Orsay de París. Desgraciadamente sus problemas persistieron y fue en esta habitación de hostal donde Van Gogh se suicidó dos meses después.
Si visitas Auvers-sur-Oise pásate por este lugar, cuya habitación está considerada como Monumento Histórico de Francia, por lo que goza de un importante valor histórico, pues es el único lugar en el que vivió el pintor que conserva todos sus elementos originales (pertenece al Instiuto Vincent Van Gogh).
Si te encuentras en París, bien merece la pena que te escapes y hagas una visita a este peculiar pueblo que reunió a una gran comuna de pintores impresionistas, entre ellos Daubigny, Cézzane, Pisarro y Van Gogh.
Para más información sobre Auvers-sur-Oise y sus lugares a visitar.