Pompeya es una de las visitas más espectaculares de cualquiera de los tours de Roma en visitas a las ciudades cercanas. Es una de las que más me gustan. Especialmente porque parece un escenario urbano antiguo en el que el tiempo parece que se ha detenido. Y el visitante con él.

Ya lo sabes, Pompeya fue arrasada por el Vesubio y enterrada bajo metros de ceniza en el año 79. Redescubierta en el siglo XVIII, fue desenterrada bastante intacta. Tanto que, como digo, en algunos de sus rincones parece que estemos en aquel tiempo.

De entre las decenas y decenas de localizaciones de interés de Pompeya, yo me quedo también con la Casa del Fauno. Por el impluvium, por el excelente grado de conservación y por el mosaico de la Batalla de Issos y los retratos de Alejandro Magno y Darío El Grande, en un mano a mano.

La Casa del Fauno es una de las más grandes de Pompeya y debe su nombre a una estatua de bronce que reproduce un sátiro que se situaba en el centro del impluvium, el lugar destinado en el patio central de la casa a la recogida del agua de lluvia.

La primera construcción de la casa que se conoce data del siglo III aC que era más pequeña que la actual y se caracterizaba por la existencia de un gran jardín. En el siglo II aC, aproximadamente hacia el año 120 aC, se aprovecharon las superficies de otras casas de los alrededores y se elevó toda la estructura un metro más. En estas obras, la casa fue completamente reconstruida y ampliada hasta alcanzar los 2.970 metros de superficie que hoy tiene.

Una de las adaptaciones de las reformas posteriores fue la construcción de un segundo peristilo. La decisión de disponer de una casa con amplios salones, largas columnatas y espacio suficiente para el servicio se debió a la necesidad de su propietario de hacer alarde de riqueza y de poder.

La Casa del Fauno fue enterrada como las demás bajo toneladas de cenizas y no fue redescubierta hasta principios del siglo XIX. La construcción presenta una gran variedad de decoraciones de la primera época del estilo helenístico que se refleja en la disposición de los mosaicos. Hoy, estos mosaicos, de gran valor artístico, se encuentran entre las obras conservadas en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

En el interior de la Casa del Fauno se encontraron también importantes objetos de oro y plata, incluido un brazalete en forma de serpiente.

Columnata del peristilo

La entrada de la Casa del Fauno, entre pilares de toba, tiene un detalle que llama poderosamente la atención a los visitantes. Se trata de una inscripción en el suelo, elaborada con azulejos de colores que tiene la forma de un saludo, pero una intención, la de demostrar la cultura latina de su propietario. Y es que, en el momento de la construcción de la casa, los pompeyanos aún hablaban la lengua local, el osco.

Después de cruzar el vestíbulo que está pavimentado con fragmentos triangulares de mármol y de piedra caliza, se accede a un pequeño espacio que probablemente se utilizara como pequeño santuario. Su particularidad es su sucesión de columnas corintias.

Tras el vestíbulo, se llega al atrio que está construido al estilo toscano. En el centro, el impluvium, construido con piedra travertina y toba, al estilo de la zona. En el centro del impluvium se encontró el famoso sátiro que originalmente se confundió con un fauno. Esta pieza también se puede ver en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

En una habitación contigua de esta zona, se puede observar una técnica de preparación previa al pintado decorativo. Se trata de agujeros que han quedado de los clavos que sostenían las placas de plomo que se utilizaban para evitar que la humedad pudiera penetrar a través del yeso y descomponer el acabado de la obra final.

Alrededor del atrio existen varias habitaciones y dos alas o extensiones bajo techo, así como un tablinum, en la que el propietario, un personaje distinguido de la familia de los Satrii, recibía a sus visitas. Se sabe su nombre por una nota encontrada en el lugar en el que probablemente se acomodaba una estatua que lo representaba. Aunque también pudiera haber sido de la familia de los Cassii, porque un anillo empleado como sello y con ese nombre también fue hallado en el lugar en las excavaciones.

En el interior de la Casa del Fauno se encontró el esqueleto de una mujer que al parecer protegía su dinero y joyas en el momento de morir. Tal vez fuera la propietaria de la casa, mujer del personaje distinguido de la estatua o del anillo con sello.

En los extremos del tablinum hay dos curiosos asientos que han sobrevivido y que nos han llegado decorados con peces y con la imagen de una pantera convertida en demonio.

Alrededor del segundo atrio, que es un tetrásilo, al estar sostenido por cuatro columnas; se ordenaban las áreas de servicio de la casa. Esta zona tenía un acceso secundario. El dormitorio está decorado con un fresco que reproduce también a un sátiro y a un bebedor adorador de Baco. Todas las habitaciones llevan decoración con figuras alegóricas como la del gato que come a una perdiz o la de las tres palomas que roban un anillo.

La Casa del Fauno estaba equipada también con una zona de baños termales, un tepidarium, para los baños templados, y un caldarium para los calientes. Se trata de la única obra descubierta de este tipo en una casa privada en Pompeya.

Los peristilos

En esta casa que cuenta con dos peristilos, el más pequeño tiene veintiocho columnas jónicas y la exedra que los divide fue el lugar en el que se encontró el célebre mosaico de la Batalla de Issos entre Alejandro Magno y Darío El Grande.

El mosaico tal vez fuera encargado por los antepasados del propietario o los propietarios, que debieron tener alguna relación con el mundo griego. El mosaico es una copia de una pintura griega realizada por el pintor Filosseno y para completarla fue necesario reunir nada menos que un millón y medio de teselas de colores originales.

En el umbral de la exedra se puede ver otro mosaico, este representando hipopótamos y cocodrilos en un Nilo idealizado. En la decoración se puede ver una pintura al estuco.

El segundo peristilo es el mayor. Tiene una longitud de 45 metros y una anchura de otros 40. Está rodeado por una doble fila de 44 columnas dóricas recubiertas de estuco. Los mosaicos ocupan la parte izquierda.

Los agujeros en las paredes son nichos habilitados para contener figuras de los deidades protectoras de la casa y en los alrededores fueron hallados también varios candelabros de bronce, dos trípodes, dos lámparas y una pequeña estatua de un genio.

En la parte inferior se hallan las habitaciones reservadas a los sirvientes, una perteneciente a un arquero que hacía las veces de jardinero. En el establo de la Casa del Fauno se encontraron los restos consumidos por el calor y el fuego de la erupción de cuatro hombres y dos bueyes.

La Casa del Fauno ocupa casi toda la Insula 12 de la Regio VI. Así es como la puedes localizar en la fórmula de divisiones del espacio arqueológico de la ciudad romana de Pompeya. Y si quieres descubrirla de una manera cercana y cómoda, aprovecha los recursos del portal web Viajararoma.com que pone a tu disposición un completo servicio guiado a localizaciones situadas cerca de Roma, como es el caso de Pompeya.

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Casa del Fauno, Batalla de Issos.
Casa del Fauno, Batalla de Issos.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/it/rome.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Roma: http://www.guias.travel/ver-tours/?Roma/d511-ttd
Guía turística de Roma: http://www.viajararoma.com

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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