Cualquier persona con un mínimo de conocimiento sobre la Segunda Guerra Mundial conoce la historia de Ana Frank y su famoso diario. Una visita a Ámsterdam ofrece a los viajeros la oportunidad de visitar el lugar donde el joven Ana y su familia se refugiaron por espacio de dos años en el más absoluto de los silencios. Me gustaría hablarte de la Casa de Ana Frank de Ámsterdam.

Pero, vamos por partes, te cuento algo de Ana. Ana Frank nació en 1929. Era la hija menor de Otto Frank y Edith Frank-Hollander. El matrimonio, Ana y Margot, la hermana mayor, formaba una familia judía de origen alemán. La familia vivió con pocos problemas en los tiempos en los que Hitler desarrolló su proyecto de limpieza étnica en Alemania.

Pero cuando en antisemitismo resultó asfixiante, los Frank no tuvieron más remedio que emigrar. Otto se fue a vivir a Holanda en 1933 y la familia al completo poco tiempo después. Sin embargo, en 1940, Alemania invadió los Países Bajos. Algo que hizo imposible la vida cotidiana de la familia.

En 1942, Margot es convocada para acudir a un campo de trabajo en Alemania. Para evitar perder a su mujer, Otto decide buscar un escondite a la familia y pasar a la clandestinidad. Para ello, se refugian en una parte oculta de un edificio propiedad de la empresa para la que trabaja Otto. En ese zulo, vivieron dos largos años. Y con todos sus enseres y con el temor siempre de ser descubiertos. Sin embargo, al final, el grupo familiar es traicionado y delatado en 1944.

El famoso diario de Ana Frank, que fue un regalo de cumpleaños cuando alcanzó los trece años, se convirtió en un amigo inseparable de la joven y en el que reflejó todas las vicisitudes por las que pasó. Se trata de un documento de gran valor para comprender aquellos años y cómo se vivió la clandestinidad y la lucha contra los nazis en la Holanda de la ocupación.

El museo

El antiguo escondite de la familia Frank es una de las atracciones más populares de Ámsterdam. El zulo de los Frank era un anexo del edificio de oficinas de Opekta, la empresa, como te decía que había empleado a Otto Frank.

La adecuación del espacio para vivir de forma clandestina se inició en 1942, adaptando un espacio del ático y dos plantas. Como curiosidad, decirte que el edificio siguió estando vacío incluso después de que sus ocho vecinos se fueran de él.

En la actualidad, los visitantes pueden recorrer el interior de la casa en su estado casi original. Además de las salas históricas, los visitantes de la Casa de Ana Frank también encontrarán material histórico adicional y referencias sobre la importancia de la libertad y la democracia.

Un facsímil del famoso diario de Ana también se exhibe en la casa, así como como numerosas fotografías, documentos, cartas oficiales, tarjetas postales, libros y objetos que pertenecieron a la familia Frank. El Museo de Ana Frank intenta ampliar su colección temática en la medida de lo posible.

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Casa de Ana Frank.
Casa de Ana Frank.
Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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