La localidad italiana de Viterbo acoge una necrópolis etrusca diferente, la primera conocida que fue abierta en la toba volcánica. La necrópolis de Castel d’Asso se visita dando pasos entre penumbras en las mismas entrañas de la tierra.

La necrópolis de Castel d’Asso es un lugar arqueológico cercano a Viterbo que conserva un extraordinario rosario de tumbas etruscas que van del siglo IV antes de Cristo al II antes de Cristo. Se trata de enterramientos del final de la época clásica y del periodo helenístico.

La necrópolis de Castel d’Asso se localiza a unos 6,5 kilómetros al suroeste de la localidad de Viterbo y fue descubierta en el año 1817. Su originalidad es la de haber sido la primera necrópolis etrusca conocida tallada en la roca.

El lugar de enterramiento sigue una serie de barranqueras situadas en el curso del arroyo Fredano. Las tumbas se hallan excavadas en la toba volcánica y dispuestas en superposición en dos y tres niveles.

La forma más común de las tumbas es en friso, en ‘cubo’, con partes vistas simples o sobre patrones de diseños complejos constituidos por tres elementos claramente definidos: superposiciones de decoraciones en la parte anterior de la tumba, la existencia de un plano decorativo secundario y la inclusión de una cámara funeraria en la estructura.

Todos los accesos a las tumbas tienen puertas de entrada clásicas, y falsas puertas, que representan la conexión del titular del enterramiento, algo así como la interpretación de un pasadizo, con la vida futura tras la muerte.

En algunos casos, las tumbas cuentan con inscripciones que recuerdan el nombre de los propietarios, de la familia y para quienes fueron dedicadas. No obstante, en la necrópolis de Castel d’Asso se pueden ver también hipogeos sepulcrales más modestos y diferentes modelos de tumbas sarcófagos.

Algo que llama poderosamente la atención es la reutilización posterior de las tumbas, que fueron reempleadas por los agricultores y pastores de la zona durante siglos.

Frente a la necrópolis de Castel d’Asso hay una serie de colinas con torres medievales de planta cuadrada que servían para controlar tres valles locales cercanos.

Algunas tumbas de la necrópolis de Castel d’Asso, por su tamaño o por su singularidad, tienen nombres propios. Se conocen así, la Tumba Orioli, la Gran Tumba o la Tumba Tetnie.

La Tumba Orioli toma su nombre del arqueólogo que descubrió el lugar La cámara funeraria contenía sesenta restos humanos y sirvió para varias generaciones entre los años 250 aC y 150 BC.

La Tumba de Tetnie aún conserva inscripciones y restos de escaleras laterales que conducen a la parte superior de su estructura. La Gran Tumba acoge un espacio considerable, suficiente para albergar cuarenta tumbas. 14, con o sin cierre superior, se conservan en el mismo sitio en la actualidad y ordenadas a ambos lados de un pasillo.

La necrópolis de Castel d’Asso, como ves, resulta un lugar interesante para ver en Viterbo dentro de un viaje a Roma. Si te animas, tal vez te interese la propuesta del portal exclusivo de Viajararoma.com, excursiones de un solo día en los alrededores de Roma que incluyen visitas a Viterbo. Sigue el enlace para ver más detalles:

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Tumba Grande de Castel d'Asso.
Tumba Grande de Castel d’Asso.
Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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