Si alguna vez te has preguntado cómo hacían los grandes patricios romanos de la antigüedad para vivir en auténticos paraísos en la Tierra, tal vez puedas encontrar algunas respuestas en un viejo palacio de aquel tiempo cuyos restos están repartidos en lo alto del Monte Tiberio (334 metros), en la isla italiana de Capri.
¿Te suena de algo los Faraglioni de Capri? ¿No? Son parte de las imágenes más evocadoras de la isla de Capri. Hermosos en las puestas de sol, visibles desde los jardines del emperador Augusto, transmiten un romanticismo mediterráneo que seduce a la vista. Pero hay más, los Faraglioni di Capri son una reserva natural llena de valores biológicos para los que su situación geográfica ha sido decisiva.
La Casa Roja es un edificio histórico peculiar de estilo ecléctico de la localidad de Anacapri, en la isla de Capri. Toma su nombre del rojo pompeyano que da color a sus fachadas y que hace a la vivienda inconfundible. La Casa Roja de Anacapri fue construida entre los años 1876 y 1898 por el coronel JC McCowen para recoger en un solo sitio sus dispares hallazgos arqueológicos.
¿Te gustan las experiencias inolvidables, evocadoras? ¿Los viajes con sorpresas? Entonces te gustará la Grotta Azzurra de Capri.
Si todavía no das por finalizado tu verano y quieres apurar al máximo los días que quedan de estío, que ya van siendo pocos, dándote el placer de realizar un último viaje antes de comenzar con la rutina y antes de que empiece a refrescar, en este caso tu destino ideal para decir adiós al verano es la hermosa isla de Capri.
Capri es lugar de veraneo para las mejores vacaciones napolitanas. Capri es una isla que se disfruta de muchas maneras, descubriendo sus aguas y su sol mediterráneo, explorando su corto interior reducido a sus 11 kilómetros cuadrados o haciendo algo por encontrar lo mejor de su pintoresco patrimonio arquitectónico.
Capri, más allá de las plazas de postal y de las boutiques de ropa de diseño, el viajero que se acerque a esta histórica isla tendrá otras oportunidades menos conocidas de disfrutar realmente del lugar. Entre ellas, las vistas de los abruptos acantilados que caen a pico sobre el Mediterráneo, una sorprendente perspectiva romana a través de las ruinas locales y un inusitado paisaje rural interior.
Roma es una ciudad llena de encantos por descubrir. Tiene como todas las capitales del sur, mucho de la creatividad y de la extroversión que se les supone a los latinos. Creo que se podría hacer un recorrido monográfico por los excesos de la capital del Tíber. Excesos del tiempo de los romanos, de la época clásica, excesos de ayer mismo.
Voy a comentar uno que creo ajustado a esa idea de la exuberancia latina que ni es de tiempos remotos, ni cae del lado del pecado o la turbidez moral. Quiero hablarte, pensando en interesarte para que busques el lugar en tu próximo viaje a Roma. Quiero contarte algo del Barrio del Coppedè, un distrito del norte de la Ciudad Eterna que tiene el nombre de uno de los arquitectos que contribuyeron a urbanizarlo. Gino Coppedè, arquitecto, sí, escultor, también, y decorador por más señas.