El Teatro de Marcelo es una de las grandes construcciones de Roma. Sus restos muy alterados han llegado hasta nuestros días como testimonio de su grandeza imperial. Tienes que verlo. El Teatro de Marcelo fue construido en el año 13 aC por el emperador Augusto en homenaje al heredero que se había previsto para sucederle. El de Marcelo fue el teatro más grande de la Roma antigua.
Julio César se decidió a construir un gran teatro para Roma que rivalizara con el que había levantado en el año 55 aC Pompeyo, su enemigo por el control de Roma. Julio César fue asesinado en el año 44 aC cuando la construcción del teatro apenas se había iniciado. En el año 22 aC, Augusto, el emperador que convirtió a Roma en una ciudad de mármol y que abandonó las construcciones en ladrillo, decidió reiniciar las obras.
El nuevo teatro, como te digo, el más grande del Imperio Romano, fue dedicado en el año 13 aC al hijo de Octavia, la hermana de Augusto. Marcelo debía haber sido el heredero de Augusto, sin embargo murió a una edad temprana.
Culminación
Cuando fue terminado totalmente en en año 11 aC, el teatro tenía una forma semicircular, con más de 30 metros de altura, como un edificio de diez pisos actual. El lugar que ocupaba el público tenía un diámetro de 130 metros, aún más, podía acomodar a 14.000 espectadores, de los que 12.000 podían sentarse.
El diseño del teatro, con sus múltiples niveles de arcadas que sostenían columnas, fue un modelo para el Coliseo que fue levantado décadas más tarde. Cada uno de los tres niveles tenía un estilo arquitectónico distinto.
En el primer nivel, había 52 arcos abiertos que se apoyaban en columnas de orden dórico. En el segundo nivel, las columnas eran jónicas y en el tercero había una pared con vanos cerrados que contaba con pilastras de orden corintio. Toda la estructura del teatro fue construida en toba, cemento y ladrillo. La cavea se recubrió con travertino blanco.
En el siglo XII, el Teatro de Marcelo era propiedad de la familia de los Fabios, que convirtió la construcción en una fortaleza. En 1368, el edificio fue adquirido por la familia Savelli que pidió al arquitecto Baldassare Peruzzi transformar la construcción en un palacio fortificado. En el siglo XVII, el palacio cayó, a su vez, en manos de los Orsini. Como resultado de tantas modificaciones, sólo una parte de los dos primeros niveles del teatro son visibles en la actualidad.
Lo dicho, tienes que verlo. El Teatro de Marcelo está situado junto al Foro de Roma y a poca distancia del Coliseo, a dos pasos de una de las riberas del Tíber. Si quieres, con los recursos que te ofrece el portal especializado Viajararoma.com, excursiones de un solo día en los alrededores de Roma. Pica en este enlace para conocer más detalles: www.viajararoma.com.
