Los viajes que llegan al interés del viajero con una experiencia previa vívida son los mejores. Porque la elección del destino se hace con un valor añadido, se va a conocer lo que te han contado, lo que has visto en imágenes, lo que has leído. Y se cierra el círculo cuando la experiencia en el lugar coincide plenamente con lo que se imaginó. Esos son los viajes que quedan prendidos en la memoria.
En las líneas que siguen, voy a hacer de cicerone para ti, voy a compartir contigo anécdotas muy curiosas de una zona de la ciudad de Granada que ya es una joya por sí misma. Te voy a contar algo del barrio del Realejo, la antigua judería de Granada. Todo, en la idea de bajes a Granada a descubrirlo por ti mismo.
El centro del Realejo es una gran plaza pública habilitada por los Reyes Católicos después de la toma de la ciudad a los musulmanes en 1492. En 1497, se echaron abajo algunas casas de la judería no porque la urgieran los granadinos, sino porque un hijo de los reyes, don Juan, necesitaba un sitio amplio para celebrar sus esponsales con Margarita de Austria.
El lugar se llama hoy el Campo del Príncipe porque los granadinos generación tras generación alimentaron la leyenda de que Don Juan se estampó contra el suelo en la plaza cuando descendía de su caballo. Lo cierto es que murió en Salamanca y dicen que de agotamiento sexual. Puede que los granadinos más conocedores de su historia, los de los bares y restaurantes que encintan la plaza, te cuenten en qué esquina se cayó de la montura.
En El Realejo hay una iglesia muy popular, la de San Cecilio, donde verás coronada a la Virgen de la Misericordia. Los del Realejo la llaman ‘La Greñúa’, la desgreñada, dicen que porque la sacaron desmadejada de un incendio ocurrido en su día en su templo, otros cuentan que fue el fervor de una procesión la que la removió tanto que el hizo caer corona y algo del tocado. Desmelenada volvió ‘greñúa’ a su iglesia. En su altar, la verás floreada por las vecinas y bien repeinada con pelo natural.
En la Cuesta del Realejo, a un paso, podrás descubrir también un pilar renacentistas muy bien acomodado en la subida. Se trata de un tomadero de agua con caudal que bajaba desde Sierra Nevada y que, también según la tradición, era utilizado por las mozas para bañarse porque se decía que mantenía la piel lozana.
De los baños árabes del Realejo, poco queda, desaparecieron con la llegada de los cristianos que tenían otros hábitos de higiene, o ninguno. De todas formas, te indico un lugar donde encontrar las trazas de este tipo de instalaciones públicas que te puede dar una idea de cómo funcionaban y de su valor social. Acércate a un estrecho callejón de Moral Alta, el de Seco de Lucena y verás lo que te digo.
Y una joya que ver, el camarín ultrabarroco, churrigueresco, de la Virgen del Rosario, compuesto en el siglo XVIII para la virgen, sus fieles y para tu vista.
Es una pieza artística que bebía de un concepto vivo en aquellos tiempos, el llamado horror vacui, ofrecer decoración y un significado con ella que no dejara indiferente al observador. Horror vacui se puede traducir por miedo al vacío, tanta decoración tiene un efecto decisivo, abrumar la mirada.
Estas historias y leyendas son, como te digo, un pasaporte para certificar un viaje a Granada, o más bien, para justificarlo.
Si te animas y bajas a Granada, no dejes de tomarte tu tiempo para organizarlo. Y para ayudarte, una dirección web http://www.hotelesengranada.es/ donde podrás encontrar alojamientos, una relación completa de lugares qué ver y otra información útil. Granada te espera.
Un viaje al Realejo ‘granaino’ de la mano de chismes y leyendas.
Recursos para el Viaje:
Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/es/granada.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Granada: http://www.guias.travel/ver-tours/?Granada/d554-ttd
Lugares para visitar en Granada: http://www.hotelesengranada.es/?page=lugaresparavisitar.php