Un reloj sin brillo, sin gracia y sin luz para unos feligreses poco caritativos y un perro y una olla que formaron parte del horizonte urbano de las pequeñas cosas del escritor británico Charles Dickens. Dos curiosidades que podrás encontrar si te apuntas a detective en Londres. Te hablo de ellas y tú decides si te animas a verlas:

– El reloj de St. George. La Iglesia de St. George, en Southwark, en Londres, se abrió al culto en 1736. En total, se podían sentar en sus bancos 404 feligreses y la construcción, diseñada por el arquitecto John Price, es heredera de un templo anterior de principios del siglo XII.

Pero lo que más llama la atención de la Iglesia de St. George es su campanario, y más que su torre, los cuatro relojes que se orientan a los puntos cardinales para dar la hora y recordar los momentos del culto y otras voces de campanas para la comunidad.

Los más atentos a los detalles advertirán que una de las esferas del reloj es distinta. Y es que en las obras de construcción, la parroquia de St. George pidió ayuda para completar su trabajos y amueblamiento a los parroquianos de los alrededores.

Se les pidió un chelín para comprar un órgano, una fuente, el reloj y algunas cosas más. Lo cierto es que los vecinos de la parroquia de Bermondsey no aportaron nada. En consecuencia, cuando se terminó la torre, se colocó una esfera distinta a la que debía orientarse hacia Bermondsey, plana y sin luz que no hiciera mucho por dejar ver la hora por la noche. Se supone que como pago a la poca solidaridad de los vecinos de aquel distrito.

Noventa libras

El reloj de St. George fue colocado en su lugar en 1738, costó noventa libras y fue obra de George Clarke de Whitechapel. Tal como lo puedes ver. La pregunta que podemos hacernos es si el tal señor Clarke colaboró con entusiasmo o no en la artera idea de dejar una cara mala del reloj para los vecinos de Bermondsey.

– El perro y la olla. En la esquina de las calles Union Street y Blackfriars Road, frente a la Palestra House, hay una figura metálica que reproduce a un perro lamiendo el interior de una olla. Se trata de una reproducción con la que se conmemoró el bicentenario del Charles Dickens en 2012.

La imagen del perro y la olla hay que asociarla al cartel de una ferretería que perteneció a la firma J. W Cunningham & Co, situada en el 196 de Blackfriars Road. En sus memorias, Charles Dickens se refiere a este motivo publicitario que veía todos los días en el camino que le llevaba desde su trabajo en una fábrica de betún en Charing Cross hasta su casa en Lant Street.

Dickens se refiere a la imagen en una carta que escribió en 1847 a su amigo y biógrafo John Forster en 1847 y que recoge su libro ‘La vida de Charles Dickens’. La que se puede ver en el lugar es una réplica de la pieza antigua de madera y de latón que se puede ver en Cuming Museum de Southwark y que fue adquirida en 1931. La actual se sitúa en la parte alta de una farola victoriana cerca del lugar donde existió la original.

Lo dicho ¿te animas a encontrar estos motivos en tu próxima visita a Londres?. Si es así, toma nota de este recurso para que puedas mejorar tus opciones. Me refiero al portal Viajaralondres.com, que te ofrece excursiones de un solo día en los alrededores de Londres y mucho más. Pica en el enlace para ver más detalles: www.viajaralondres.com

Reloj de St George de Londres.
Reloj de St George de Londres.
Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

Escribe un comentario