La Iglesia de Orsanmichele, también conocida como San Michele in Orto (‘del Huerto’), es un templo antiguo del siglo XIV, tal como lo vemos hoy, construido en el centro de Florencia que en su día fue un almacén de grano para maíz.
Y, antes que todo eso, el lugar fue un extenso jardín cultivado como huerto en el que acomodó en el siglo VIII, y en uno de sus lados, una pequeña iglesia dedicada a San Miguel Arcángel. Pero, en 1240, el pequeño templo fue demolido por necesidades urbanas y sociales para habilitar el almacén de maíz y en su interior se acomodó una capilla para los gremios de artesanos de Florencia. Almacén, lugar de rezo y de reuniones profesionales bajo un mismo techo.
Precisamente en la parte baja del templo actual se pueden ver los arcos que formaban parte de la logias profesionales y que son del siglo XIII. En ellos se reunían la cofradía de la Madonna di San Michele in Orto y la poderosa compañía de artesanos Ludesi. Y algo que resulta curioso también del interior de la iglesia, los agujeros de las paredes que nos remiten al uso del espacio como granero, en esos huecos se guardaba el maíz.
El motivo de reconvertir la iglesia tenía un fin estratégico, los almacenes de grano repartidos por toda Florencia garantizaban la alimentación de la población en el caso de hambrunas, en situaciones de sitio, de enfermedades o malas cosechas.
Algo que llama mucho la atención de la Iglesia de Orsanmichele son las esculturas de su fachada, hasta 14. Una obligación con la Iglesia tomada por los gremios para hacer figurar a sus santos protectores en un lugar destacado del frontis.
Sin embargo, las que puedes ver hoy sólo son réplicas, los originales están en diferentes museos de Florencia, bien protegidos. ¿Sus autores? Donatello (San Marcos, San Luis de Toulouse y San Jorge), Ghiberti (San Juan Bautista, San Mateo y San Esteban), Juan de Bolonia, Nani di Bianco…
El interior de la Iglesia de San Michele nos recuerda como era el estilo medieval florentino. Seis pilares cuadrados soportan todo el techo abovedado que recoge soberbias pinturas de finales de la Edad Media que hacen de este templo uno de los más representativos de su tiempo. Se trata de frescos con escenas religiosas que tienen una contrapartida en las vidrieras de los laterales. Hay que ver los vitrales dedicados a la Virgen María tan magníficamente conservados.
Del artista Andrea Orcagna es un espectacular tabernáculo de mármol muy decorado, fechado en 1359, que acoge un cuadro también de la Virgen, en este caso de Bernardo Daddi.
En la parte alta del templo se instaló el Gran Duque Cosimo I que quiso tener casa sobre un lugar sagrado y representativo del poder comercial y emprendedor de la ciudad de Florencia.
La Iglesia de Orsanmichele tiene, como ves, un largo historial de intervenciones arquitectónicas y reformas que ha sido todo un problema a la hora de recuperar y restaurar el edificio en las reconstrucciones y arreglos con un interés artístico, histórico y patrimonial que se han sucedido entre los siglo XIX y XXI.
Hoy, el visitante puede disfrutar, paradójicamente, de todos esos añadidos y transformaciones y, aún más, de un pequeño museo temático situado en la misma iglesia.
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