El Parco delle Cascine es un parque público de Florencia que en el siglo XVI era una de las propiedades privadas ajardinadas de los Medici mejor cuidadas. Para la gran familia renacentista era un coto de caza apreciado y una finca en la que obtenían de la tierra todo aquello que consumía la familia.
La Farmacia de Santa María Novella es una vieja botica de Florencia que muy pocos viajeros conocen y visitan en la ciudad italiana. Se trata de una de las farmacias más antiguas del mundo. Se sabe que fue fundada por los frailes dominicos en el siglo XIII. No te la puedes perder.
Florencia es una ciudad llena de jardines. Jardines históricos cuidados con esmero algunos de ellos durante siglos. Uno de los jardines de Florencia que está en todos los tops es el Giardino delle Rose. Un espacio verde recoleto en el que las rosas son un espectáculo.
El Museo della Specola es una exposición permanente de historia natural ubicada en la ciudad de Florencia en lo que en su día fue un observatorio del cielo nocturno (una specola, en italiano). Lo más asombroso del museo es su colección de piezas que reproducen el cuerpo humano por dentro hechas de cera. De verdad, son auténticas obras de arte. Te la recomiendo.
La ciudad de Perugia se convirtió en un pequeño imperio regional en la Edad Media. En los tiempos de las ciudades estado italianas. Sin embargo, para sobrevivir Perugia y sus homólogas tuvieron que valerse de los recursos de sus hinterlands, de los pueblos de su región. Perugia, por ejemplo, encontró especializaciones artesanas y provisiones entre los de sus inmediaciones.
El Ponte Santa Trìnita, el Puente de la Santísima Trinidad, es una obra maestra de Florencia. Las aguas que salva del río Arno fueron causa de sus repetidas destrucciones hasta que el genio y el ingenio de Miguel Ángel consiguió resolver la ecuación de un diseño que garantizara su supervivencia. Del Ponte Santa Trìnita dicen que es el más hermoso de Europa. Yo creo que sí.
La capilla Brancacci es un pequeño oratorio situado en el interior de uno de los templos de Florencia, la iglesia de Santa Maria del Carmine en el barrio de Oltranto. La capilla Brancacci es una joya del arte porque contiene pinturas de Masaccio y soluciones pictóricas que alentaron el desarrollo de la pintura del Renacimiento con una evolución que ha llegado hasta nuestros días.
Lo dicho, ¿quieres subirte al carro en Florencia? Se trata de una sugerencia literal. Es posible subirse al carro en la ciudad de Florencia, o casi, si visitas uno de sus museos menos conocidos, pero también uno de los más sugerentes para acercarse y conocer el estilo de vida cotidiana y no tan común de las clases altas italianas del Antiguo Régimen y del siglo XIX. Me refiero al museo de coches y calesas de Florencia, el Museo delle Carroze.
¿Te imaginas poder retroceder en el tiempo? ¿Codearte con caballeros en justas y torneos? Esa es la experiencia, la sensación, que le asalta al visitante de la Sala de las Armaduras del Museo Stibbert de Florencia.
Los Médici fueron una rica e influyente familia del Renacimiento italiano que se labraron una fortuna como banqueros y acabaron por convertirse en papas, reyes y nobles encumbrados en su tiempo. Sin embargo, su poder y sus intereses dependían de inestables influencias y de adhesiones personales que sólo podían defender con el uso de la fuerza.
Florencia es una capital dinámica, y hasta frenética, como muchas grandes ciudades italianas. Sin embargo, en los alrededores de Florencia hay un remanso de paz que se ha resistido al bullicio del mundo durante generaciones. En el monasterio cartujo de La Certosa, el silencio era y sigue siendo el rey.
La Iglesia de Orsanmichele, también conocida como San Michele in Orto (‘del Huerto’), es un templo antiguo del siglo XIV, tal como lo vemos hoy, construido en el centro de Florencia que en su día fue un almacén de grano para maíz.
La sinagoga principal de Florencia, o el denominado Templo Mayor Israelita, se encuentra situado en el centro histórico de Florencia, en la Vía Farini. Su cúpula de cobre de color verde es una nota llamativa del paisaje urbano florentino.
Italia es un país que incita a ser visitado por su gran belleza, historia, arquitectura y sus importantes monumentos. En este post quiero haceros llegar en concreto el atractivo y la riqueza de Pisa, y daros más de un motivo por los que visitar esta bella provincia que se ubica en la zona centro occidental de la Toscana, compuesta por una parte de costa. Está situada a una hora de Florencia aproximadamente, por lo que sería una buena opción visitar y conocer ambas ciudades durante tu viaje.
La nobleza dominante de la ciudad de Florencia dedicó muchos esfuerzos a elevar el prestigio y el poder de la capital. Iglesias, palacios y fortalezas hablan de su deseo por dominar la Toscana, primero, y luego convertirla en capital de Italia. Los jardines de Florencia son naturalezas recreadas que cuentan historias de rivalidades familiares, de excentricidades, de curiosidades botánicas, pero también de un gusto por la belleza natural para domesticarla a las puertas de casa. Estos son los trece jardines florentinos que no te puedes perder en una visita a Florencia.
La ciudad de Florencia acoge un curioso patrimonio pocas veces destacado por las guías y desde luego, bajo la sombra de la grandiosidad de algunos de sus monumentos más ilustres. Me refiero a sus torres. Torres florentinas, levantadas en el convulso siglo XIII italiano para conmemorar el poder de algunas familias de cuna como sucede con otras ciudades antiguas de Italia. Bolonia tiene sus torres, Florencia también, aunque, como digo, menos o nada conocidas.
Los teatros de Florencia son una nota cultural muy destacada en el patrimonio de la ciudad. Una parte de las élites de Florencia ha vivido la música como un elemento más de la socialización ciudadana, sus espacios escénicos nos recuerdan ese doble valor.
La ciudad de Florencia tiene dos arcos triunfales monumentales que ofrecen diferente visibilidad para quien visita la ciudad, el de la Piazza della Libertà es grande, rimbombante y de una plasticidad exultante; el Archino de San Piero, casi desconocido, se oculta entre las callejuelas del centro de Florencia. Vamos a descubrirlos.
Florencia fue capital de Italia, señorío de nobles renacentistas y corte real. Ese esplendor político dejó tras de sí un rosario de palacios que el tiempo ha convertido en museos y espacios culturales. Ningún viajero con un mínimo de sentido histórico pasa por Florencia sin pisar alguno de estos palacios.
Hay quien recuerda que para conocer el alma de un pueblo hay que visitar sus cementerios. Del cuidado del honor, recuerdo y orgullo que se conserve hacia los que se fueron y que dejaron sus historias se podrá deducir como cuentan o quieren dejar su sello los que les han seguido. Y puede haber algo de cierto en ello.
Florencia es para los turistas el David de Miguel Ángel, los palacios del Duomo y la Signoria, el Ponte Vecchio, la Catedral, el Campanile de Giotto, el Battisterio de San Giovanni, la Iglesia de la Santa Croce, el Palazzo Pitti, el centro histórico, la Galería de los Uffizi..¿sigo? La lista es larga. Decenas y decenas de lugares emblemáticos que son fijos en todas las guías turísticas.
El Ponte Vecchio sobre el río Arno en Florencia es una de las paradas que te recomiendo en una visita larga o corta a la capital de la Toscana. Si no has cruzado el Arno por el Ponte Vecchio no digas que has estado en Florencia. Por favor.
El encanto del paso del puente sobre el Arno es su antigüedad, pero también el conjunto de colmados que le guardan los lados. El Ponte Vecchio de Florencia, es una experiencia para vivirla entre dos orillas y en dos ‘horillas’ de visita.
Después de 5 siglos de antigüedad, El David de Miguel Angel sigue enamorando –generación tras generación- con su perfección, vitalidad y belleza. Esta representación de El David bíblico ocupa los primeros puestos en cuanto a grandes maravillas artísticas se refiere y está considerada como una de las esculturas más hermosas, importantes y significativas de todos los tiempos.
Hace años visité Lucca, una ciudad mediana, de calles estrechas, medieval y renacentista, rodeada con una monumental muralla y situada a unos ochenta kilómetros de Florencia. Y, aunque no te lo creas, lo hice pasando precisamente por Florencia, pero sin parar en ella ¿Un pecado? Tal vez. Pero la experiencia de visitar Lucca me cautivó. Para mí, primero fue Lucca y luego, más tarde, Florencia.
Lucca es más pequeña, más ‘manejable’, se deja ver mejor que Florencia en un viaje de verano en pleno mes de agosto, llena de turistas que acuden a los mismos lugares y a las mismas horas.
Florencia luce bien en cualquier época del año, porque lo hace con el brillo y la magnificencia de su monumentalidad renacentista. Florencia es el Renacimiento italiano.
Una ciudad que se puede descubrir de muchas maneras diferentes, como las que propone el portal Florencia.travel. Rutas guiadas, planos y callejeros, líneas de transporte, lugares a visitar, servicios turísticos originales y alternativos, información básica y más exclusiva para tomar la decisión importante de qué ver en Florencia. Pulsa aquí para ver esas opciones.
Si hablamos de qué ver en Florencia, yo me quedo con una visita de fábula, la del Duomo. Espectacular.