El Palacio de Kensington fue construido en Londres a principios del siglo XVII, fue residencia real de varios monarcas británicos, entre ellos, la reina Victoria que nació en allí. La princesa Diana vivió también en él tras su divorcio del príncipe Carlos. Hoy, es más conocido por ser la residencia del príncipe Guillermo y Kate Middleton. Este palacio de está abierto parcialmente al público.
Cuando el rey Guillermo III subió al trono en 1689, decidió no irse a vivir al Palacio de Whitehall como hacían todos los reyes de Inglaterra. Y es que el monarca sufría de asma crónica y de bronquitis, y, en vez de irse a vivir a Whitehall en el centro de Londres y cerca del río Támesis, se decidió por la Casa Nottingham en Kesington, en aquella época un pueblo a las afueras de Londres donde el aire era más saludable.
El edificio se levantó en ladrillo al estilo de las mansiones jacobeas. Se construyó en 1605 y era propiedad del Conde de Nottingham, secretario de Estado.
Con la intención de mudarse a Kensington, el rey Guillermo III y su esposa Mary II, encargaron al arquitecto Christopher Wren la ampliación del palacete. Wren se ayudó de otro arquitecto, Nicholas Hawskmooor para añadir varios pabellones, un patio y una torre con reloj.
Las obras se prolongaron durante siete años y la propiedad se rebautizó con el nombre de Kensington House. Aún más, el palacete se convirtió en residencia real cuando el Palacio de Whitehall fue destruido por un un incendio en 1689.
Ampliaciones
El Palacio de Kensington fue ampliado y mejorado en varias ocasiones durante los reinados de la reina Ana, y los monarcas Jorge I y Jorge II. Y se siguió utilizando como residencia real hasta la subida al trono de la reina Victoria en 1837, cuando ella y su madre se trasladaron al Palacio de Buckingham.
La falta de ocupación del palacete hizo que la construcción dejara de tener el debido mantenimiento y en 1897 se hicieron planes para demolerlo. Pero la reina Victoria no quiso que echaran abajo la construcción en la confianza de que el Parlamento británico finalmente reservaría fondos para su restauración. Como así ocurrió.
Las salas de Estado del Palacio de Kensington volvieron a abrirse para eventos oficiales en 1899. El Palacio de Kensington fue severamente dañado durante la Segunda Guerra Mundial y hubo que esperar a posteriores reparaciones para que volviera a abrir en 1949.
Una sección del Museo de Londres que había ocupado el palacete, se trasladó definitivamente al Barbican en 1976, aunque las salas de Estado aún se pueden visitar. El Palacio de Kensington acoge una exposición permanente de vestuario real que incluye vestidos usados por las reinas británicas, así como por la princesa Diana de Gales que vivió en el ala noroeste del edificio entre los años 1981 y 1997.
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