Si planeas viajar a Londres, busca un momento para visitar uno de sus museos más originales, el de Sherlock Holmes. Bueno, supongo que lo sabes, Sherlock Holmes no existió, es un personaje de novela que, a pesar de la verosimilitud de su perfil, no es más que una creación literaria. De Sir Arthur Conan Doyle.

Pero ahí está su museo privado, el Museo de Sherlock Holmes, en la calle donde los relatos cuentan que tenía un apartamento. Sí, Baker Street. El Museo de Sherlock Holmes está entre los números 237 y 241 aunque el número del inmueble es el 221B de esa calle para ser fiel a lo que cuentan las novelas.

El Museo de Sherlock Holmes fue inaugurado en 1990, cerca de Regent Park, y ocupa un edificio de estilo georgiano que originariamente se usó como casa de huéspedes (entre 1860 y 1936).

La recreación de sus interiores y los objetos que contiene el Museo de Sherlock Holmes se corresponden con la época en la que vivieron en la ficción sus dos inquilinos famosos, Sherlock Holmes y su inseparable doctor Watson, entre 1881 y 1904. La casera de la supuesta casa de huéspedes era la señora Hudson.

El Museo de Sherlock Holmes está a cargo de la Sociedad Sherlock Holmes, una institución sin ánimo de lucro británica.

El inmueble del 221B de Baker Street donde se encuentra el museo fue objeto de una larga disputa con el Abbey National, un banco situado precisamente en ese número de la calle donde el Royal Mail, el servicio de correos británico, entregaba la correspondencia de los fans de Sherlock Holmes desde la década de 1930.

El banco tuvo siempre a una persona en plantilla dedicada a contestar las cartas enviadas a Sherlock Holmes. La Fundación Sherlock Holmes pidió insistentemente por vía legal que se le traspasara la responsabilidad de contestar aquella correspondencia, considerando que la labor de un banco era otra y no la de responder las misivas de personajes literarios.

El problema se resolvió en 2002 cuando el banco dejo la sede de Baker Street y la correspondencia pasó al Museo de Sherlock Holmes que es la que en la actualidad se dedica en exclusiva a responder oficialmente la correspondencia del genial detective.

Controversia

Los familiares de Arthur Conan Doyle nunca estuvieron de acuerdo con que el museo existiera porque creían que eso reforzaría la idea de que Sherlock Holmes realmente había existido. Y más aún cuando se colocó una placa azul en la fachada del edificio recordando que el inmueble había sido residencia del detective. La placa tiene un diseño similar a los que la entidad pública English Heritage coloca en los lugares históricos. English Heritage, en cualquier caso, sólo identifica al patrimonio histórico real.

El Museo de Sherlock Holmes ofreció a la hija del escritor, Jane Conan Doyle la creación de un espacio en el museo dedicado a la memoria de su padre, pero la oferta fue rechazada. Llama la atención que las últimas posesiones de Sir Arthur Conan Doyle se hayan vendido en públicas subastas.

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Museo de Sherlock Holmes.
Museo de Sherlock Holmes.

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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