Holanda tiene los indudables encantos del agua de sus canales, los de su campiña y los de sus llanuras interminables de baja cota enfrentados con el temible mar. A veces, las defensas toman la forma de polders, a veces de murallas urbanas y canales de drenaje, a veces de barreras  que se oponen al Mar del Norte y que quitan de la vista las olas. A veces, es todo eso junto.

¿Alojarse en un hotel en Holanda con vistas al mar puede ser una temeridad? No tiene por qué. Pero lo que si tiene por qué ser es que puede ser una oportunidad para ver esa dicotomía, tierra-agua en primera fila.

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Y si hablamos de lo que no ve el ojo que no está entrenado, una reflexión personal, Muchos turistas pasan y se pasean por los lugares o las ciudades que han elegido para sus vacaciones sin ver más allá de lo que se ve a simple vista.

Para los que ir a un lugar distinto de  su lugar de residencia es una oportunidad para ver más e investigar, lo de viajar puede convertirse en toda una experiencia.

Yo soy de los segundos, me gusta mirar y remirar. Soy curioso por naturaleza. Esa aventura de preguntarme el porqué de las cosas no sé cuándo empezó, la verdad, pero sí sé cuándo ha tenido sus momentos estelares.

Uno de ellos fue en Amsterdam. Parado, frente a uno de los viejos edificios de pocas plantas de los damm me preguntaba si estaban torcidos, echados para adelante, o sólo me lo parecían.

Me fui a un extremo de la fila de casas, miré los perfiles y sí, estaban caídos hacia adelante, de arriba abajo. Más por arriba. Después de mucho darle vueltas, descubrí porqué.

Estas casas de techos inclinados tienen un gancho en la parte central de la crujía del techo. Son tan estrechas que no hay espacio suficiente en las escaleras para subir ningún mueble, el resultado es que los holandeses de la capital de los canales se han tenido que buscar la vida para subir su mobiliario por la fachada.

Se ayudaban de unos ganchos metálicos para colocar la polea. Lo de la inclinación de las casas hacia adelante y más desde arriba es, como es natural, para que los muebles no se rozaran con las paredes mientras se subían ¿Práctico, no?

Una ciudad que conserva el mismo tipo de arquitectura en madera holandesa con esos y otros detalles tan curiosos es Leiden. Leiden está a apenas 33 kilómetros de la capital Amsterdam, y puede ser la combinación perfecta para conocer museos representativos como el Lakenhal, o Museo de los Tejidos, el mismo Leiden Museum, su vieja universidad, en un ambiente que sigue recordando al de provincias.

El portal Viajaraamsterdam.com te lo pone fácil con rutas guiadas que incluyen a Leiden, recorridos low cost en Holanda e incluso combinaciones para visitar Brujas en Bélgica. Pica en este enlace para conocer esas rutas guiadas.

Y recuerda que los viajes se viven, como lo vida, en todos sus detalles.

Polder holandés en el límite del mar.
Polder holandés en el límite del mar.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/nl/amsterdam.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Amsterdam: http://www.guias.travel/ver-tours/?Amsterdam/d525-ttd
Guía de Amsterdam: http://www.viajaraamsterdam.com

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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