Londinium, la Londres romana, se fundó hacia el año 47 antes de Cristo sobre una de las orillas del río Támesis. Se trataba de una ciudad amurallada y fortificada que se extendía sobre una superficie realmente pequeña, apenas 1,4 kilómetros cuadrados, más o menos el área de Hyde Park.

La ciudad sufrió en aquellos primeros tiempos algunos asaltos protagonizados por los reyes britanos locales que la arrasaron y la quemaron, por ejemplo durante la rebelión de los icenos.

Después de un largo periodo de paz, Londres creció como centro económico, tanto que se convirtió en el siglo I dC en la capital de capital de la provincia romana desplazando a Colchester. Londinium llegó a alcanzar en aquel tiempo los 60.000 habitantes.

Londinium, como todas las capitales provinciales del Imperio Romano, tenía su foro, sus calzadas, sus calles empedradas, sus templos dedicados a las deidades romanas, su puerto fluvial, sus murallas y sus torres de protección separadas a trechos entre sus muros defensivos. Incluso, un puente de madera conectaba la otra orilla del Támesis. Pero ¿qué es lo que queda de todo éso?

La inmensa mayoría de los restos de la época romana de Londres permanecen ocultos bajo el subsuelo de la ciudad. La comprensión de sus características resulta difícil en tanto que la geología del lugar no ofrece muchas oportunidades, se trata de un lecho profundo formado por una mezcla de arcillas, gravas y arena.

Así, los restos de las calles y calzadas romanas enterrados sólo se pueden identificar si se descubren secuencias largas de sus tramos. Los restos de madera, por las características del subsuelo, son prácticamente desconocidos, sin embargo, los edificios de la época sí han dejado rastros de sus cimientos y de sus estructuras más bajas.

Lugares emblemáticos que podrían aportar mucha información, como el Foro Romano de Londres, fueron desmantelados en la Edad Media para dar paso a otras construcciones.

La búsqueda de los rastros romanos de la vieja Londinium es antigua. Se sabe por ejemplo que en el siglo XVII, y tras el Gran Incendio de Londres de 1666, se realizaron algunos descubrimientos en el subsuelo que fueron documentados.

Es más, Christopher Wren, arquitecto de la Catedral de San Pablo, no encontró evidencias de los restos del templo romano dedicado a la diosa Diana que se suponía se había levantado en el lugar.

La amplia reconstrucción de Londres en el siglo XIX y las consecuencias de los bombardeos alemanes de Londres en los años cuarenta del siglo XX, han permitido descubrir lo que hay en una parte importante del subsuelo de la vieja ciudad de Londres.

La construcción del edificio del London Coal Exchange en 1848 permitió descubrir una casa romana en Billinigsgate. En la década de 1860, las excavaciones desarrolladas por la empresa General Rivers halló grandes cantidades de huesos y de cráneos humanos en el lecho del río Walbrook.

El descubrimiento del relato pseudo histórico del cronista Geoffrey de Monmouth sobre los viejos reyes de Gran Bretaña permitió conocer los pormenores del sitio de Londonia por parte del emperador romano Alecto que masacró a las tropas del general Asclepiodotus en el año 296. Se cree que una parte de los restos humanos encontrados en el cauce del río Wallbrook corresponde a enterramientos asociados a estos hechos históricos.

Aún más, en 1947 se descubrieron los restos de la fortaleza noroeste de la ciudad de tiempos de los romanos y en 1954 se halló un mitreo, un templo adoración romano también bajo el subsuelo.

Otra fase de las excavaciones se produjeron en el entorno de la Bolsa de Londres y en 1986 sobre todo como consecuencia de la apertura de grandes solares para ubicar los cimientos de las nuevas construcciones del Distrito Financiero de Londres. Desde 1991, es el Servicio de Arqueología del London Museum el encargado de rastrear los restos que van apareciendo.

Pero ¿qué es lo que se puede ver en el subsuelo y en las calles de Londres de los tiempos de Londinium? Los restos principales son mosaicos y trozos de muros y de murallas, pero también edificios de la época.

Esos restos se pueden ver en lugares como los del:

-London Museum, situado cerca del Barbican Centre.

-Docklands Museum. Una sección independiente del London Museum que trata el tema de la historia portuaria de la capital. Situado en la Dogs Island desde 2003.

-British Museum. Muchos fondos antiguos siguen exhibiéndose en las vitrinas de esta principal institución museística británica.

-Tower Hill Station. En la zona de esta estación se pueden ver parte de las murallas medievales de la ciudad que se asentaron sobre las romanas. Un lugar clave, el 8 de Coopers Row y la zona de Alphege Gardens cerca de Wood Street.

-Guildhall Art Gallery. Algunas secciones del anfiteatro de Londres se pueden ver en esta galería de arte.

-Noble Street. En esta calle se localiza los restos de la torre sudoeste de la fortaleza romana de Londinium.

Ya ves que una parte del Londres más antiguo ha dejado testimonio y es accesible. Si quieres visitar Londres, tal vez te interese consultar el portal Viajaralondres.com, que te ofrece excursiones de un solo día en los alrededores de Londres, y con ellas podrás conocer más de la capital británica. Pica en el enlace que sigue y mira cuánto puedes conocer:

http://www.viajaralondres.com/lugares-para-visitar-en-londres/

Muralla romana en Tower Hill Station.
Muralla romana en Tower Hill Station.
Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

Escribe un comentario