Sevilla es una ciudad en la que se siente un sincretismo arquitectónico muy natural que, como una ideología superadora, crea coherencia con los perfiles de los  monumentos de las culturas que dejaron su huella en la ciudad.

Árabes, cristianos, judíos o moriscos nos dejaron testimonios en piedra, suficientes para comprender que convivencia, integración y enriquecimiento cultural pueden ser una sucesión lógica igualmente natural.

El patrimonio arquitectónico de Sevilla es una coherente mezcla de elementos culturales y constructivos que son parte de su originalidad y belleza.

¿Qué tal la idea de ‘experimentar’ Sevilla en sus próximas vacaciones, o, mejor aún, en su siguiente escapada? ¿Una referencia para alojamientos en Sevilla con encanto? Hotelessevilla, acceda a su relación de hoteles clasificados por categorías, picando aquí.

Uno de los edificios de la arquitectura principal del centro histórico de la ciudad de Sevilla que más me gusta no es ni la Torre de la Giralda, ni la Catedral de Sevilla, ni siquiera el Alcázar Real, mi preferido, o preferida, es la Torre del Oro. Por muchos detalles, por su planta de doce lados, por su historia y por sus brillos dorados.

Su esquema dodecagonal la hace original, insólita; su historia, con sus variados usos, sorprendente, única, y sus brillos, llamativa.  Voy por partes.

La torre árabe presenta una forma poco usual en contraposición con los edificios cristianos de su tiempo y, aun los posteriores, tal vez por alguna simbología basada en el número doce que desconocemos.

Sobre sus usos, fue torre defensiva sobre el río, y no el lugar en el que se guardaba el oro llegado de América como cuenta una reiterada leyenda; pero también fue iglesia, cárcel y almacén, para convertirse hoy en Museo de la Armada que alberga una colección formada por más de 400 piezas.

Y sobre sus brillos, que se ven a simple vista, no son los del oro que nunca contuvo, ni de los azulejos que dicen que tuvo como decoración, sino el de los reflejos de sus muros levantados con sencillos mortero cal y paja muy prensada. Ese es el motivo de los brillos.

Probablemente poco después de levantarse en 1221, ya debía recibir el nombre de Bury al-dahab, en alusión a esos reflejos de oro.

Esa, mi Torre del Oro bien merece una visita exclusiva en Sevilla, para subir a la terraza de mi torre albarrana a treinta metros de altura. Pero, para el resto del casco antiguo de la capital hispalense, la visita necesita de una programación, dedicarle tiempo para decidir qué ver.

Recorrer el centro de Sevilla y hacerlo en el bus turístico, está bien, hacerlo a pie, está que muy bien, se hace ejercicio, desde luego, pero hacerlo en un carruaje, en un coche de caballos, al ritmo del tiro, en un vehículo antiguo descapotable, con su glamour; es una experiencia memorable.

Es una opción que eligen muchos de los visitantes que quieren ver el centro de Sevilla de otra manera, ¿por qué no vas a ser tú también? Si la idea te seduce, pica en este enlace porque te llevará a un espacio donde podrás descubrir las características de ese servicio guiado tan original y hasta reservar plaza. Pica aquí.

Sevilla a un tiro de caballo.

Torre del Oro Wikipedia Licencia Commons by Entrada Torre del Oro Foto grande.
La Torre del Oro sobre el Guadalquivir.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/es/sevilla.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Granada: http://www.guias.travel/ver-tours/?Sevilla/d556-ttd
Lugares para visitar en Granada: http://www.hotelessevilla.es/?page=lugaresparavisitar.php

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

Escribe un comentario