¿Eres amante de las dos ruedas antiguas? No, no las motorizadas viejas, amante de las motos de época? Te lo digo porque hace unos años me tropecé con una colección de un centenar largo de motocicletas de todos los tiempos que no he podido olvidar. Una experiencia que quiero compartir. Encontré la colección casi por casualidad en L’Escala, en la Costa Brava, en Girona. Y si tienes tiempo para leer este comentario hasta el final, te comento todos los detalles.

Se trata del legado de Vicenç Folgado i Tena, el Museu de la Moto, Folgado fue un amante de las motocicletas que se dio en vena la gesta de adquirir y restaurar todas y cada una de las piezas que forman su museo. Lo más curioso es que todo comenzó sin pensarlo, también por casualidad, cuando restauró por sí mismo una vieja moto que le había regalado un amigo. Vio que tenía habilidad y, así, un modelo restaurado detrás de otro fue a parar a la colección.

Vicenç Folgado falleció en 2008, pero su exposición de motos sudada a pulso sigue hablando bien de un hombre que amaba la velocidad en la libertad física que otorga una moto, de la técnica y la tecnología y de ese punto creativo y nostálgico que tienes que ver que desprende su exposición.

En la exposición, hay motos que son modelos históricos o con historia, pero también hay mucho de lo que relatan los modelos sobre sus marcas, las de referencia de siempre: Harley, BMW o montesas y bultacos cuyas líneas de una aerodinámica primigenia y potencias nos hacen esbozar una sonrisa.

Uno de los atractivos más curiosos del museo es la exhibición de la moto más pequeña del mundo. Un prototipo de 26 centímetros de largo, por 20 de alto y 25 de ancho construida manualmente  por el conductor y especialista en coches Ferrari Paul Ashley.

La moto fue certificada en su día por el Libro Guiness de los Records y su conductor tuvo que rodar sobre ella al menos recorriendo un trazado de 120 metros y a ocho kilómetros por hora. El día de autos -más bien motos- el ingenio recorrió medio kilómetro para que no hubiera dudas de su condición de vehículo a motor con todas las de la ley.

Además de las motos, el museo organiza sus fondos en diferentes temáticas convergentes con sus espacios especiales, miniaturas, maquetas y hasta trenes de juguetes. Los objetos pequeños son miles. Varios automóviles construidos entre 1925 y 1980 son parte importante también de la atracción. El Citroën 5 CV de 1925 y el Ford Falcon de 1964 son dignos de verlos relajadamente.

El museo está abierto desde 1999 y su dirección –toma nota- es calle Closa d’en Llop, 9-11, en L’Escala, aunque tengo que decirte que sus horarios de visita no son de los de al uso. Lo más razonable es que pidas una visita concertada directamente.

El Museo de la Moto de L’Escala puede ser el pretexto para acercarte a visitar la Costa Brava, para pasar unos días de relax o simplemente para una escapada.

Puestos a recomendar, además de la visita al Museo de la Moto, te invito a que bucees en las ofertas, alojamientos, excursiones y otros datos útiles que puedes encontrar en la web Viajarabarcelona, en la dirección www.viajarabarcelona.org y más concretamente en las referencias que puedes hallar sobre la Costa Brava y sus posibilidades. Pica en este enlace para ver qué opciones te descubre en su sitio exclusivo http://www.viajarabarcelona.org/?page=costabrava.php

Si te ponen las motos antiguas, vete a la Costa Brava y al taller de Folgado.

Museo de la Moto.
Museo de la Moto.

Recursos para el Viaje:

Hoteles: http://www.guias.travel/ver/?city/es/barcelona.es.html
Vuelos: http://www.guias.travel/vuelos/
Tours y Actividades para hacer en Barcelona: http://www.guias.travel/ver-tours/?Barcelona/d562-ttd
Guía de Barcelona: http://www.viajarabarcelona.org

Autor

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Periodista, redactor, comunity manager e informador gráfico, residente en Las Palmas de Gran Canaria, y colaborador en diferentes medios locales de las Islas Canarias y españoles.

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