El Soane Museum es un museo de Londres de lo más raro y estrafalario. Es un puro desorden y, aunque sea por éso, merece la pena visitarse. Bueno, los contenidos también tienen su valor. No nos engañemos. Te lo recomiendo.
El Soane Museum fue el domicilio particular y el estudio de un arquitecto neoclásico británico, sir John Soane. El museo tiene su fama, por su estética y por la relativa calidad de sus colecciones, o, cuando menos, peculiar colección de obras tomadas de aquí y de allá.
El Soane Museum se encuentra situado en el distrito de Holborn, en el centro de Londres, cerca del Lincoln´s Field.
Así ¿qué puedes encontrarte en el Soane Museum. Pues un poco de todo. Por supuesto, los dibujos y los protectos del arquitecto, pero también infinidad de pinturas, dibujos y antigüedades que él mismo reunió a lo largo de su vida.
Es curioso, pero el museo se creó en vida Soane. Fue el Parlamento británico el que creó los fondos para el museo en 1833, poco antes del fallecimiento de su propietario en 1837.
El Soane Museum es recordado en infinidad de guías por su estética recargada, casi tétrica, por una exagerada superposición de piezas escultóricas. Todo, siguiendo una estética romántica del siglo XIX, con la que los objetos de arte se abigarraban con un sentido muy ecléctico.
Copias en yeso
Soane también guardó para sí muchas copias en yeso de relieves famosos y de algunas esculturas de la antigüedad. Y lo mejor -o lo peor- las pegó a las paredes formando un puzle irreverente para cualquier seguidor de una estética pulcra.
Las colecciones de dibujos suman unas 30.000 obras. Hay de todo en ellas, desde dibujos de viviendas y casonas isabelinas salidas de la mano de John Thorpe hasta la colección completa de dibujos de Robert Adam. Todos originales.
Si vamos a las pinturas, hay óleos de Turner, de Joshua Reynolds, de Howard, de Hilton, de Samuel Scott y la obra más conocida de William Hogart, las ocho pinturas de ‘The Rake’s Progress’.
El sarcófago
Otros visitantes del Soane Museum se acercan a él por el sarcófago de alabastro del faraón Seti I. El mismo que fuera descubierto en Egipto por el arqueólogo italiano Giovanni Battista Belzoni. Belzoni intentó en su momento venderlo al Museo Británico pero como la cosa no cuajó, aceptó 2.000 libras esterlinas de Soane. Fue en 1824. Es, y no exagero, la joya del museo.
El sarcófago de Seti I se instaló en el sótano del museo en 1825 en lo que el arquitecto llamó su ‘Cámara sepulcral’. La pequeña historia del museo dice que, tras la instalación del sarcófago, Soane organizó una fiesta para conmemorar el acontecimiento que duró tres días. No sé si con sus noches.
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